IntraText Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText | Búsqueda |
Alfabética [« »] contentos 1 contestando 2 contestar 2 contestó 97 contestóle 1 contienda 3 contigo 3 | Frecuencia [« »] 98 donde 98 medio 98 parecía 97 contestó 95 tu 93 desde 92 caballero | Enrique Gil y Carrasco El Señor de Bembibre Concordancias contestó |
Cap.
1 1| enamoró, que se desenamore -contestó el terco palafrenero -; 2 1| tengo tan mala voluntad -contestó Mendo -, y si no hubiera 3 2| vuestra. -Tenéis razón -contestó ella haciendo esfuerzos 4 3| naturaleza? -A todo, hijo mío -contestó el templario -. La vanidad 5 3| los más de los nuestros -contestó el maestre, y por eso el 6 3| casa? -Nosotros somos - contestó el anciano - los que nos 7 4| linaje? -Pero, padre mío -contestó don Álvaro -, la paz de 8 4| Beatriz? -¿Eso dudáis, padre? -contestó el caballero -; sería capaz 9 4| quien tanto amáis? -Nada -contestó el monje -, yo no contribuiré 10 4| guarde, buen caballero -contestó el abad -, y os abra los 11 5| infante don Juan? -El mismo -contestó don Alonso, poco satisfecho 12 5| tan siquiera. -Hija mía -contestó don Alonso con moderación, 13 5| su anterior propósito y contestó con la mayor dureza: -Vuestro 14 5| el pecho, doña Beatriz -contestó su padre dirigiéndola escrutadoras 15 6| apreciado siempre. -Sí, señora -contestó él con voz no muy segura -; ¿ 16 7| desobediencia. -¡Oh, Beatriz! -contestó don Álvaro con precipitación -, 17 7| Quién, él?, ¿ceder él?-contestó don Álvaro fuera de sí y 18 9| que también estaba allí, contestó con los ojos bajos y con 19 9| sino en mi cabal juicio -contestó ella -; y enseguida, como 20 9| de esa cara, reina mía -contestó él, con un tono entre chancero 21 10| caballero. -¡De Bembibre! -contestó el comendador como admirado -. 22 10| Sí, sí, tenéis razón -contestó Saldaña, y asiéndose de 23 10| vencimiento? -Os confieso -contestó don Álvaro - que, al ver 24 10| falte. -Mucho podéis hacer -contestó Saldaña -. ¡Quiera Dios 25 11| juegos de niño? -A mí no -contestó con despejo la aldeana -, 26 11| confianza. Doña Beatriz no contestó, y don Álvaro repuso con 27 11| resolución? -Sí, don Álvaro -contestó ella con acento apagado 28 11| extraño mensaje? -¡Ah! -contestó ella con voz dulce y sentida -, ¿ 29 11| más mujer que vos? -¡Ah! -contestó ella congojosamente y como 30 11| Qué hemos de hacer? -contestó la criada - sino acomodarla 31 11| vuestra persona. -¡Infeliz! -contestó el anciano -, los ojos de 32 11| resolvéis? -A tanto me resuelvo -contestó ella. -Doña Beatriz -exclamó 33 12| disculparle. -No, hijo mío -contestó el maestre -, esto que contigo 34 17| linaje... -Acabad, señora -contestó doña Beatriz con dolorosa 35 18| dudas...~ ~ -¿Os parece -le contestó ella interrumpiéndole con 36 18| amancillada! -Sosegaos, señora -contestó el anciano -, la fuga nos 37 19| Os sobrecoge mi venida? -contestó don Álvaro con sarcasmo -, 38 19| Todavía os quejáis de él?-contestó don Álvaro con el mismo 39 19| responder en este mundo -contestó con ceño el señor de Arganza -. 40 19| templario? -¿Eso dudáis? -contestó él -. ¿No os lo había dicho 41 20| muero a vuestras manos -contestó Lara con templanza -, no 42 21| de su sobrino. El abad le contestó manifestando gran extrañeza 43 21| vuestros propios ojos? -No -contestó Saldaña con acento antes 44 23| azorado. -¡Ahí es nada! -contestó ella, no poco satisfecha, 45 23| sufragios y oraciones, eh? -contestó la aldeana -. ¡Que si quieres!, 46 23| doña Beatriz. -Martina -contestó el escudero, mirándola de 47 23| dijese. -Sea como quiera -contestó ella -; lo que te digo es 48 23| verdad que tienes razón -contestó él en el mismo tono -; ¡ 49 23| doña Beatriz así? -Sí, sí -contestó él como distraído -; no 50 23| le tuvieste gran afición -contestó el caballero procurando 51 23| regalarte esa memoria. -Señor -contestó el escudero sin dejarle 52 24| ella melancólicamente y contestó a su padre con dulzura: - 53 25| la resistencia. Saldaña contestó, según era de esperar, que 54 25| No todo os diré ahora -contestó el comendador -, sólo sí 55 25| alcurnia, carácter y valor -contestó Saldaña -, y todos os obedecerán 56 25| lanzas? -No, por cierto -contestó él -, porque ya sabéis que 57 26| sacrificaréis a vuestro ídolo -Contestó uno que parecía el capitán -, 58 26| acosan. -No es necesario -contestó Saldaña -, porque tu valor 59 27| Hemos dado con la puerta -contestó Andrade, pero está defendida 60 28| cuerdas y ganchos no quedará -contestó otro -, porque tenemos un 61 28| El primero quiere ser -contestó Andrade, pero, Dios mediante, 62 28| Con el alma y la vida -contestó el ufano escudero -, y ojalá 63 28| Roncesvalles. -Tal como es -le contestó don Álvaro sonriéndose nos 64 28| ruindad de la hidalguía? -le contestó don Álvaro con una sonrisa 65 28| os he estorbado el paso -contestó él ahora que no soy sino 66 28| el comendador. -Mentís -contestó el conde con una voz ronca 67 29| muerto ayer. -¿Ha muerto? -contestó doña Beatriz asombrada -. 68 29| esa adorable clemencia -contestó doña Beatriz sosegándose, 69 29| me importa la libertad? -contestó ella con más presteza de 70 29| consuelo? -Sí, hija mía -contestó el monje, y por la misericordia 71 29| la misericordia divina -contestó el anciano que ya, sobresaltado 72 29| de felicidad. -¡Ay, no! -contestó ella -, mi prueba ha sido 73 30| manos. -Aquí la tenéis -contestó el comendador con tono templado -, 74 30| su esposo? -Tal vez no -contestó don Álvaro, en quien aquel 75 30| es la verdad, don Álvaro -contestó el anciano -, y con eso 76 30| apretándole la mano vivamente le contestó: -Andrade, lo que contigo 77 31| de su vida? -Su vida -le contestó el religioso - está en las 78 31| castigarme, ángel del cielo -contestó su padre abrazándola -, 79 32| Castro? -Padres venerables -contestó el anciano -, no por rebeldía 80 32| Mentís, Beltrán de Castro! -contestó una voz de entre la apiñada 81 32| vos decís ruin y villano! -contestó el encolerizado montañés. ¡ 82 32| Cierto que las recibí -contestó Andrade candorosamente, 83 32| Yo, reverendos padres -contestó él con su sencillez habitual -, 84 32| ha hablado por su boca -contestó el joven poniendo la mano 85 32| aparto de la acusación -contestó Beltrán de Castro con despecho -, 86 32| fortuna! -Mío es el duelo -contestó don Álvaro -, pues que tomáis 87 33| otras veces... -Sin embargo -contestó ella -, ya puedo andar un 88 33| de mi dicha por ser mía -contestó doña Beatriz -, y porque 89 35| esperarlo. -¡Ah, padre! -contestó ella -, ¿cómo pensáis que 90 35| para Viena. -¡Vos, señor! -contestó ella como asustada -, ¿y 91 35| instante! -¡Beatriz! ¡Beatriz! -contestó el anciano con un acento 92 35| Ah, sois vos, padre mío? -contestó la joven asiendo su mano 93 37| dónde estás? -Aquí, señora -contestó la muchacha casi sobresaltada 94 37| iban tomando sus ideas, le contestó: -¿Es posible, doña Beatriz, 95 37| sepulcro. -¡Pobre don Álvaro! -contestó ella con una ternura casi 96 37| padre soy, hija de mi alma -contestó don Alonso, porque él era 97 38| ceremonia. -Tenéis razón -contestó ella -, pero he aquí la