Cap.

 1      1|            y heredera de la casa de Arganza a un hidalguillo de tres
 2      1| discernimiento que tú. -El señor de Arganza, nuestro dueño, a nada se
 3      1|         otras llegaron al pueblo de Arganza, y se apearon en la casa
 4      2|            encontraba la familia de Arganza y el señor de Bembibre,
 5      2|            Alonso Ossorio, señor de Arganza, había tenido dos hijos
 6      2|      estuviesen al nivel: una la de Arganza, otra la de la antigua familia
 7      2|          señores independientes. De Arganza lo había experimentado más
 8      2|          casas, si bien el señor de Arganza no pudo acallar el desasosiego
 9      2|            los temores del señor de Arganza se despertaron con increíble
10      2|            única hija de la casa de Arganza mancha con una desobediencia
11      3|           Álvaro dejó el palacio de Arganza, entre el tumulto de sentimientos
12      3|              creéis que el señor de Arganza se hará sordo a la voz del
13      3|         sobre el orgulloso señor de Arganza, y espero que, si se lo
14      4|           confesor de la familia de Arganza, ejercía grande influjo
15      4|         proyecto en que el señor de Arganza piensa cobrar tanta honra
16      5|  determinaron a visitar al señor de Arganza, aunque la crítica situación
17      5|        acostumbrado y se encaminó a Arganza. La visita tuvo mucho de
18      5|             Comoquiera, el señor de Arganza, un tanto alarmado con la
19      6|            en el ánimo del señor de Arganza, porque harto claro veía
20      6|            que ellos, y al llegar a Arganza, Mendo se fue a las caballerizas
21      7|            medio de que el señor de Arganza se había valido para arrancar
22      8|           de hermosura. El señor de Arganza al oírlo, y creyendo tal
23      8|               respondió el señor de Arganza fuera de sí de cólera y
24      9|          hereditarios de la casa de Arganza, y teniendo además a su
25      9|            hay que las del señor de Arganza, y no es cosa de tantas
26     11|            del conde y del señor de Arganza fueron al convento llevando
27     12|            obstinación del señor de Arganza, determinó oponerse resueltamente
28     12|             la zozobra del señor de Arganza, que ya empezaba a recoger
29     13|       consternación que causaría en Arganza la triste noticia de la
30     13|             lo que hace al señor de Arganza, que a pesar de sus rigores
31     13|          asistido, la trasladaron a Arganza, donde todos los recuerdos
32     15|            y se adelantó a llevar a Arganza a Ponferrada la fatal nueva. ~ ~ ~ ~
33     16|            una pasión, la señora de Arganza se había sostenido con particular
34     16|          situación de la familia de Arganza, cuando una tarde de verano
35     16|    discreción y tino, se ausentó de Arganza en aquella época a Galicia,
36     17|      enérgicos ademanes al señor de Arganza, y por los de éste se podía
37     17|             volviéndose al señor de Arganza con el ademán de un profeta -, ¡
38     18|            y vasallos del pueblo de Arganza, había acudido a las exequias
39     19|        porque la exclamación del de Arganza revelaba el candor y la
40     19|       contestó con ceño el señor de Arganza -. En cuanto a vos, señor
41     19|           eran criados del señor de Arganza; los demás pertenecían a
42     19|     Adelantóse entonces el señor de Arganza con continente grave y dolorido
43     19|      culpable! -exclamó el señor de Arganza, tapándose la cara con ambas
44     22|             salió para no volver de Arganza y de aquellos sitios, dulces
45     22|      corazón humano! La heredera de Arganza tenía por esposo un hombre
46     23|          pareció el buen Millán por Arganza a dar cuenta a Martina del
47     24|            de la época. El señor de Arganza, como Merino Mayor que era
48     24|         madre se había extrañado de Arganza por entero, movido entonces
49     24|         conde de Lemus, el señor de Arganza y el maestre don Rodrigo.
50     24|            hueste a la del señor de Arganza y obedecer como sacerdote
51     25|            Carracedo y del señor de Arganza. Las suyas propias eran
52     27|            embargo, las mesnadas de Arganza y Carracedo cruzaron el
53     27|           prestigio que el señor de Arganza disfrutaba en el país, y
54     27|            banderas los vasallos de Arganza, que era uno de los blancos
55     27|            que nunca, y el señor de Arganza le amenazó con que pondría
56     29|    desposorio no había aparecido en Arganza, y luego sus mediaciones
57     29|            sombra de la heredera de Arganza fuese la que delante tenía. -¿
58     30|         entre Saldaña y el señor de Arganza, con esperanzas cada día
59     30|        distinto pie por el señor de Arganza, manifestó a don Álvaro
60     30|             la llegada del señor de Arganza. La entrevista con entrambos
61     30|      terrible escena del cercado de Arganza, no pudo menos de traer
62     30|           salir, indicó al señor de Arganza el mismo pensamiento que
63     30|             las tropas del señor de Arganza y de algún tercio que había
64     30|           con el abad y el señor de Arganza, que entonces renovaron
65     31|   restituirse con ella a su casa de Arganza. Poco se alegró la joven
66     31|      palafrén corría los bosques de Arganza y Hervededo con un azor
67     31|          manera, así es que llegó a Arganza más desencajada que de ordinario
68     31|       cuando en cuando. El señor de Arganza, desolado y fuera de sí,
69     31|            con ansiedad el señor de Arganza -, ¿y vos me respondéis
70     33|     noticiar a su ama en el soto de Arganza la llegada del templario
71     33|          encinas, donde el señor de Arganza, saltando en tierra y abrazando
72     34|            llevaba para el señor de Arganza del venerable religioso,
73     34|         brazos abiertos el señor de Arganza y de haber visto entre las
74     34|             con la poderosa casa de Arganza. Como don Álvaro, por otra
75     35|      llevándose consigo al señor de Arganza. Separóse de él un instante
76     35|          amigo -le dijo el señor de Arganza. -¡Ah, señor! -respondió
77     35|      extremada armonía. El señor de Arganza no pudo menos de sentir
78     35|           de la cabeza del señor de Arganza. -¡Él es!, ¡él es! -exclamó
79     36|          todavía, salió el señor de Arganza para Francia sin más que
80     37|             oísteis en el bosque de Arganza? -¡Ah, no, no! -respondió
81     38|          filial le había dictado en Arganza, la salud, la alegría y
82     38|        Aymerico, obtuvo el señor de Arganza la anhelada dispensa en
83     38|            dirigiéndose al señor de Arganza -, y vos, reverendo abad,
84     38|           primavera. La heredera de Arganza, lo mismo en medio de sus
85     38|           primera vez en mi casa de Arganza? ¿Quién nos dijera que el
86     38|       apoderarse de él. El señor de Arganza, por su parte, sobrevivió
87   Conc|             había sido del señor de Arganza; Martina del Valle, camarera
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