Cap.

 1      1|        cogió un esclavo moro del Temple que había ido a Pajariel
 2      2|        dos maestres al orden del Temple y era muy honrado y acatado
 3      2|         don Rodrigo, maestre del Temple en Castilla, eran los dos
 4      2|        asentada con la orden del Temple estuvo mil veces para desbaratar
 5      2|         la famosa caballería del Temple. Iguales nubarrones asomaron
 6      2|        pactos con el maestre del Temple, y, no vaciló en el propósito
 7      3|        todos tienen más miedo al Temple que al enemigo malo. Tras
 8      3|          para minar el poder del Temple, y que ya habían comenzado
 9      3|         porque en la milicia del Temple se hacía el servicio con
10      3|      golpe que parecía amagar al Temple, y por otra parte los disgustos
11      3|          sueñan con la ruina del Temple para adornarse con sus despojos,
12      3|         nos tendrá que oír, y el Temple no irá al suplicio bajo
13      3|        con sus cansados años. El Temple tenía un imán irresistible
14      3|       soy el maestre y padre del Temple en Castilla, y en la hora
15      4|       encontraban la bandera del Temple, a cuya sombra llegaban
16      4|       páginas de la historia del Temple, limpias y resplandecientes
17      4|          la vista del tesoro del Temple en los días que le dieron
18      4|       patria. Por otra parte, el Temple, en último resultado, era
19      4|       larga a los caballeros del Temple, y por otra parte, conociendo
20      4|     súbita ruina de la orden del Temple, se habían presentado muchas
21      4|          anduviese el nombre del Temple!, pero el Papa ve los desmanes
22     10|      atribuirse a la milicia del Temple. Parecióle que, en vista
23     10| príncipes, la poderosa orden del Temple tendría que presentar la
24     10|          en que los caballos del Temple vuelvan a beber las aguas
25     12|       una mujer los umbrales del Temple, cuando hasta el beso de
26     12|  compañera inseparable de la del Temple, tenía que ir sola en busca
27     12|        opinión los cimientos del Temple y de urdir sordas cábalas
28     12|        estrecha y sincera con el Temple, su valor, su destreza en
29     15|   apartaban la rica herencia del Temple de sus manos codiciosas, ¿
30     15|     acusación dirigida contra el Temple y que nunca hubiera creído
31     15|        la cristiandad rechaza el Temple, pues no se os esconde que
32     16|    recibido un muy subido y frío temple. No parecía sino que en
33     16|       debía pasar a la orden del Temple, después de infinitas mandas
34     18|      también con las divisas del Temple. Era aquel día el que la
35     18|      Martina. -¡Un caballero del Temple! -dijo ella como hablando
36     19|         todos los caballeros del Temple y a cuantos les prestaren
37     19|         Los hombres de armas del Temple, superiores en número, harto
38     19|   encontraréis en la demanda del Temple, porque desde mañana seré
39     19|          no toméis el hábito del Temple. ¿Sabéis vos las tragedias
40     19|       detrás de las murallas del Temple me acordaré de vos... Doña
41     20|       renunciad a la alianza del Temple y sois dueño de vuestra
42     20|          calumnias levantadas al Temple con tanta mayor facilidad
43     21|        En la tregua que daban al Temple el rey y los ricos hombres
44     21|       cuando en la guerra con el Temple, que tan inminente le había
45     21|       más en pedir el hábito del Temple que lo que tarde en llegar
46     22|      como era la de entrar en el Temple, cuando cielo y Tierra parecían
47     22|         porque la caballería del Temple contaba en España más elementos
48     22|           Muévale Dios contra el Temple, ahora que no soy más que
49     22|   resolverá. Por lo demás, si el Temple me cierra sus puertas, me
50     22|        principal de la ruina del Temple, cuando su sentido místico
51     22|          aspiraba a entrar en el Temple se ataviaba con todas las
52     22|     tenía por cabeza la cruz del Temple en campo de oro, y a la
53     22|     cinta un puñal buido de fino temple, pero sin ningún género
54     23|     devoto que su amante era del Temple, gracias a la superstición
55     24|          los opimos despojos del Temple. Fácil le fue, por lo tanto,
56     24|  inclinadísimo a la religión del Temple, y aun empleaba buenos oficios
57     24|     colores. Su enemistad con el Temple, falta de pábulo hacía algún
58     24|    demasía y su rencor contra el Temple bastante vivo, fundábase
59     25|       habían pasado al poder del Temple, eran contrapeso sobrado
60     25|      sabéis que los caballos del Temple son de las mejores castas
61     26|         creyeron que la hora del Temple había llegado, cuando así
62     27|      enemigo más encarnizado del Temple en el reino de León, le
63     28|    acompañado de otro criado del Temple, natural del país, que conocía
64     28|          no soy sino soldado del Temple y he renunciado a mis derechos
65     29|  amenazaba tragar a la orden del Temple, sin más báculo y apoyo
66     29|    Cuando don Álvaro entró en el Temple, aconsejado más de su dolor
67     29|     rutilante como el hábito del Temple y un casco guerrero en la
68     29|        porque los caballeros del Temple al cabo se sujetarán de
69     30|         Estas eran las armas del Temple, que desde entonces iban
70     32|       habían levantado contra el Temple, la península puede gloriarse
71     32|       resolución de entrar en el Temple habían sido y eran todavía
72     32|        presentasen en contra del Temple, achacándole los mismos
73     32|       teníais a los soldados del Temple y a un viejo caballero que
74     33|        de seda con las armas del Temple. Entraron en ella y tres
75     34|        arrojado a la defensa del Temple con tanto valor como aquel
76     34|       bienes en un país donde el Temple había echado tan hondas
77     34|   incidente del gran proceso del Temple. La sentencia declaró a
78     34|          del inmenso proceso del Temple, no había imaginación que
79     37|         de la noche, para que se temple este fuego que me abrasa
80     38|          total de la pujanza del Temple en Europa, pues sus guerreros,
81     38|    muchas prevenciones contra el Temple se había aficionado a la
82     38|      capaz un alma de tan subido temple como la suya, y llamándolos
83   Conc|        de la extinción final del Temple que Clemente V decretó en
84   Conc|        la orden y caballería del Temple, acaeció que un peregrino
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