Cap.

 1      1|          por último, que montaba un buen caballo de guerra e iba
 2      1|           ira la espaciosa cara del buen palafrenero que, revolviendo
 3      1|           la orilla, porque él tuvo buen cuidado de llevarme agarrado
 4      1|           perder los estribos!, ¡ah buen caballero! ¡Lléveme el diablo,
 5      1|            Millán -, fue a salir un buen trecho más abajo, y allí
 6      3|           pudo ver sin enojo que el buen Millán se entrometiese de
 7      3|      enemigo malo. Tras de esto, el buen escudero comenzó a ensartar
 8      4|           entrambos callados por un buen rato, hasta que el abad,
 9      4|             la hora del riesgo a mi buen tío y a sus hermanos? ¡Otra
10      4|           vez! -El cielo os guarde, buen caballero -contestó el abad -,
11      5|            pero la ternura de aquel buen anciano por el único pariente
12      5|            abrazándola y deseándole buen sueño.
13      6|             poco detrás. -Acércate, buen Nuño, porque tengo que hablarte.
14      6|           que Dios quiera, que yo a buen hacer lo hago y él bien
15      6|      memoria suya. Por lo demás, el buen montero todavía tuvo tiempo
16      9|        cabrito, no sin dar antes un buen apretón de manos a su señora.
17      9|             le daba algún remedio. ¡Buen lugar tenía él de pararse! ¿
18      9|         hasta que Martina le dio un buen pellizco diciéndole: -¡Hola,
19      9|          escogen mejor mensajero, a buen seguro que yo me mueva,
20     10|            de lanza iban subiendo a buen paso el agrio repecho que
21     12|           de interesarse un poco su buen corazón, y sin embargo es
22     12|              Comoquiera no creía el buen religioso que la pasión
23     12|      interés, y al acabar le dijo: -Buen valedor has encontrado en
24     13|           que su tía, su madre y el buen religioso estaban sentados
25     13|           explicado el regocijo del buen palafrenero. ~ ~ ~ ~
26     14|     llegando, él mismo se retiró en buen orden sin experimentar daño
27     15|            y guardó silencio por un buen rato, durante el cual, sin
28     15|        profundamente adormecido. El buen escudero, no menos necesitado
29     15|        tomar la bolsa -, tú eres un buen muchacho y, además, el único
30     18|           no fue muy del agrado del buen palafrenero, que de seguro
31     18|         dijeron con mucha aquella y buen modo, si no les llevo la
32     18|         familia ni más padre que mi buen tío, y vos lo erais todo
33     19|             cuerpo de costal fue el buen Mendo que, muy pagado de
34     20|          estaba tan desnudo de todo buen sentimiento, como tal vez
35     20|             tan valeroso y afamado. Buen cuidado tuvo el pérfido
36     20| presenciamos y que tanto afligió al buen Millán, desasosegando también
37     21|           la vida. -Arránquemela en buen hora -repuso Lara desconcertado
38     23|     acabamos de referir, pareció el buen Millán por Arganza a dar
39     23|          sierras al sol de mayo. El buen Millán era de una índole
40     23|           que arrepentirse nunca el buen Millán de su desprendimiento. ~ ~ ~ ~
41     24|           Guárdense los dichosos en buen hora, que a mí me guarda
42     24|     semejantes desahogos probaba el buen caballerizo, si no su agudeza,
43     24|            agudeza, por lo menos su buen corazón y sin duda todos
44     25|              y convenciéndose de su buen estado, se recogió a su
45     26|                    Capítulo XXVI~ ~ Buen rato antes de que asomase
46     27|           mi casa y de mis tierras, buen Andrade, que por quien soy,
47     28|           otro -, porque tenemos un buen manojo, ¿pero el conde quiere
48     28|             acabó de persuadirse el buen Millán de la exactitud de
49     28|          pudo distinguir Saldaña el buen orden con que venían adelantándose
50     28|       flechas; pero al mismo tiempo buen número de soldados mejor
51     28|       Recogiendo pues, su gente con buen orden y levantando el sitio
52     28|       primera ocasión. El pecho del buen cabreirés era terreno excelente
53     29|           hay vedado. Pensad que el buen ladrón se convirtió en la
54     30|           permaneció callado por un buen rato. -Don Álvaro -le dijo
55     30|       afición me da. Anda con Dios, buen Cosme, y que su bondad te
56     30|                 Nada hay que temer, buen Andrade, vuélvete a tu montaña
57     30|         noble y santo propósito. El buen Andrade caminaba entre don
58     31|            recibió del abad y de su buen padre, acerca de la suerte
59     31|             anterior enfermedad. El buen religioso vino al amanecer
60     31|           nunca, era como un ave de buen agüero, cuyos cantos se
61     31|       trinos y piadas la venida del buen tiempo. Del otro lado descollaban
62     32|           de concierto hicieron, el buen religioso, el maestre don
63     32|           cosa se le ha olvidado al buen Cosme, y es que también
64     33|           ella -, ya puedo andar un buen trecho sin el apoyo de Martina,
65     33|            no era otro sino nuestro buen amigo Cosme Andrade. ~ ~ ~
66     34|       bastaría a destruir, y así el buen hidalgo hubo de hacer sus
67     34|             en unos términos que el buen montañés no parecía sino
68     34|            y hermosura, no sabía el buen cazador lo que le pasaba,
69     34|         mayor honra, le acompañó un buen trecho de camino, al cabo
70     34|   Tordehumos, los esfuerzos de este buen caballero, sinceramente
71     34|         motivos. Mucho le pesaba al buen religioso de ver así malogrados
72     34|             su legítimo dueño, y un buen número de los soldados que
73     36|             el señor de Bembibre un buen trecho de camino. Cuando
74     37|        lecho. Al fin, después de un buen rato, recobró poco a poco
75   Conc|            sino como providencia de buen gobierno, la mayor parte
76   Conc|       acortó el hilo de su vida. El buen abad tardó poco en seguirle