Cap.

 1      3|              entrometiese de aquella suerte en sus secretos pensamientos;
 2      3|             don Álvaro, pues de otra suerte no sucedería que doña Blanca,
 3      7|       aclarar el enigma oscuro de su suerte, y sobre todo la esperanza
 4      7|          estos pocos momentos que la suerte nos concede, y que sin gran
 5      7|           haberos yo llamado de esta suerte? -He imaginado - respondió
 6      8|              con quien debía unir su suerte doña Beatriz. Cuando llegó
 7      8|           don Álvaro. Conoció que su suerte estaba echada irrevocablemente,
 8     11|           tan viva como exacta de la suerte que le destinaban, levantó
 9     11|        desabrido -; tú eres digno de suerte más dichosa y sólo Dios
10     11|               y emprendieron de esta suerte el camino de Villabuena,
11     14|               comprendió cuál era su suerte y no pudo reprimir un suspiro.
12     16|            de sus dolencias. De esta suerte, el vivo rayo de contento
13     17|         sobre tu porvenir y sobre la suerte de nuestro linaje... -Acabad,
14     19|          altanería, viéndose de esta suerte interrogado: -De mis acciones
15     19|             resignémonos con nuestra suerte, porque Dios es quien nos
16     20|             vuestra persona. De otra suerte, no saldréis de aquí, porque
17     20|          verse aherrojado de aquella suerte. Últimamente, como don Juan
18     21|             dudas sobre la verdadera suerte de don Álvaro. Parecíale,
19     21|              me agraviaríais de esta suerte. Si don Álvaro murió, culpa
20     21|         cuándo me ha mecido la buena suerte para esperar ahora su benéfico
21     22|          podían tener en balanzas la suerte de la España y hacer vacilar
22     23|       testamento había atendido a su suerte y las desdichas que habían
23     24|      desventura, ahora le llamaba la suerte a pelear con el único hombre
24     24|            en una persona a quien la suerte había mirado desde el nacer
25     24|             y ordenar su mesnada. La suerte le destinaba a pelear con
26     24|         indecible, bien ajenos de la suerte que su sino fatal les preparaba. ~ ~ ~ ~
27     25|           pastos y forrajes. De esta suerte repartidos, púsose el sol
28     25|           don Álvaro, porque de esta suerte él mismo se prendía en las
29     25|             a mañana, que tal vez la suerte lo ponga en vuestras manos.
30     26|           dijo el comendador -, ¿qué suerte creéis que va a ser la vuestra
31     27|         punto se le presentaba de la suerte de su hija, con la que otra
32     28|          embargo, iba a decidirse la suerte de dos personas igualmente
33     28|          temeroso de sufrir la misma suerte que Andrade, se apresuró
34     28|            llenos de ansiedad por la suerte del conde, se habían corrido
35     29|            ojos una persona, en cuya suerte tomarán nuestros lectores
36     29|           hacha del leñador. De esta suerte perdida su alma y errante
37     30|             todas veras sinceros. Mi suerte, además, será la vuestra,
38     30|              por hacer menos dura su suerte a aquellos desgraciados.
39     30|             y desinteresada. De esta suerte hicieron su viaje a Salamanca,
40     31|             buen padre, acerca de la suerte que aguardaba a los templarios
41     31|        caballero que temblaba por la suerte y el porvenir de su linaje
42     31|            padre, porque mientras su suerte se fallaba, ningún lugar
43     31|              entonces se decidirá la suerte de doña Beatriz, que de
44     31|             fallo de su vida y de su suerte. Era éste un edificio con
45     31|           toda su dureza, no de otra suerte que si se uniese al coro
46     32|       estando todavía en balanzas la suerte de la orden por los reinos
47     32|          harto más importante que la suerte de un individuo, y por otra
48     32|        último resultado pendiendo su suerte de la constancia y elevado
49     33|            mensajero, portador de la suerte de su amante y de la orden.
50     33|      templarios sufran aquí la misma suerte que en Francia? Harto justos
51     33|             que otras veces, pero la suerte me hallará para todo prevenida.
52     33|    incertidumbre en que vivía por la suerte de don Álvaro, y que los
53     34|             las cosas, puesto que la suerte de don Álvaro estaba todavía
54     34|              prestigio. Sólo de esta suerte podía descansar su codicia
55     34|          definitivamente separada su suerte de la de los templarios
56     34|            una sola palabra sobre su suerte, pero en aquella ocasión,
57     34|            que volvía a sujetarle la suerte, pero, mejor mirado todo,
58     35|           potentados de la tierra la suerte de una joven infeliz que
59     35| maravillosamente hermosa, no de otra suerte que si un reflejo celestial
60     35|       esperamos y nos afliges de esa suerte? Doña Beatriz se sonrió
61     36|         aquella joven digna de mejor suerte. No quiso don Alonso despedirse
62     36|            una sola palabra. De esta suerte cruzaron el lago hasta la
63     36|         quién desatará los de él? La suerte de la orden me inspira vivísimos
64     36|             que experimentaba por su suerte estaba trazada con rasgos
65     37|       conformaban con ellos. De esta suerte, reducidos los dos amantes
66     37|              joven -, dudando de esa suerte de la Providencia. -No -
67     37|                 es tu libertad!..., ¡suerte despiadada!..., morir ahora...,
68     38|            postrera? No obstante, la suerte se muestra más benigna conmigo
69   Conc|            demás personajes, en cuya suerte tal vez no faltarán lectores
70   Conc|       obesidad cada vez mayor. De la suerte posterior del señor de Bembibre,
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