Cap.

 1      3|          la corona de mis cansados días será la soledad y el destierro!
 2      4|        aumentándose hasta nuestros días. Su número era indudablemente
 3      4|           tesoro del Temple en los días que le dieron amparo contra
 4      6|            resolvió al cabo de dos días llevar a doña Beatriz al
 5      6|          que era ausencia de pocos días y. no llevaba más objeto
 6      6|           Villabuena de tener unos días en su compañía a su sobrina.
 7      6|         perros que habían de venir días como estos? -Otros peores
 8      6|           el cuerno de caza en los días de lujo para memoria suya.
 9      8|               Capítulo VIII~ ~ Los días que siguieron al encierro
10      8|          resignaos. Dentro de tres días os casaréis en la capilla
11      9|         Don Álvaro: dentro de tres días me casan si vos o Dios no
12      9|           El pobre caballero hacía días que apenas podía conciliar
13     10|         dulcemente sus sentidos en días más alegres; pero ahora
14     10|       Saldaña hombre ya entrado en días; de regular estatura, pelo
15     10|         sino que un reflejo de sus días juveniles se pintaba en
16     11|           envenenarían los últimos días de sus ancianos padres.
17     11|         alegrías podía señalar los días que había pasado en aquel
18     11| intenciones, pues que no ha muchos días os descubrí mi alma como
19     11|          esta mano a que todos los días baja la majestad del cielo -
20     11|          mi pecho. Dentro de pocos días partiré a la guerra que
21     11|            rogadle que nos conceda días más felices.~ ~ Doña Beatriz
22     13|          estado se pasaron algunos días, durante los cuales no cesaron
23     13|            Villabuena, pero pasaba días y noches sin gozar un instante
24     15|         Capítulo XV~ ~ A los pocos días de haber caído don Álvaro
25     16|            Comoquiera, a los pocos días sintió mejoría y pudo ya
26     16|            a Bembibre. A los pocos días hizo abrir judicialmente
27     17|      Adrede he dejado pasar tantos días, durante los cuales se ha
28     17|          responder: -Hija mía, los días de mi vida están contados,
29     17|            estaban ciertamente los días de la enferma y postrada
30     17|          voz apagada: -Hace muchos días que está pesando sobre mí
31     18|          su infernal desnudez. Los días de su gloria habían pasado
32     18|      serían cuando en uno de estos días dos caballeros armados de
33     18|           habían despertado en los días de fiesta con sus repiques,
34     20|     natural a vagar sin objeto los días enteros a la orilla de los
35     21|           Cabalmente, por aquellos días visitó el maestre el fuerte
36     22|       consuelo que en sus cansados días le enviaba. Por fin, pasados
37     22|            y de iniquidad! ¡Largos días le aguardan, tal vez de
38     22|       esfuerzos del maestre en los días que precedieron a su profesión.
39     23|       Capítulo XXIII~ ~ A los tres días de los sucesos que acabamos
40     24|          los peores de mi vida los días que pasé a la sombra de
41     24|          verificó a los dos o tres días. No hacía muchos meses que
42     25|            quedado durante algunos días en Ponferrada, volvió prontamente
43     25|            armas. A los dos o tres días los puestos de soldados
44     26|         cuadraba, el versículo que días antes había dicho a don
45     26|          las Médulas, de donde dos días antes había salido con tan
46     27|           ejército, y como a pocos días de Cabrera comenzaron a
47     29|        valor me ha abandonado, mis días de gloria se han desvanecido,
48     29|           y quizá contaréis muchos días de felicidad. -¡Ay, no! -
49     30|          templarios, y a los pocos días desocuparon aquel castillo
50     30|           Dios, que dentro de tres días o cuatro aquí estoy -y sin
51     31|        criados. ¿Dónde estaban los días en que sobre un ágil y revuelto
52     31|            viaje, partió a los dos días con su hija. Algo mejor
53     31|           bienhechor que en muchos días, y transportémonos a Salamanca,
54     32|             cargos que en nuestros días moverían a risa, pero que
55     33|        venga? ¿No vienen todos los días de mercado aldeanos de Ponferrada? -¡
56     34|      antiguas. Así fue que, en los días que permaneció en la quinta,
57     35|    despedían vivos fulgores. Hacía días que no recibía noticias
58     36|          duda alguna, y con él los días de la primavera de nuestro
59     37|          ordinario.~ ~ En aquellos días fatales su amor a la naturaleza
60     37|          en la cama una porción de días sin manifestar deseo de
61     38|           que abreviará mis cortos días, sino la ponzoñosa memoria
62     38|           no atormente los escasos días que de vivir le quedan. ¿
63     38|        golpe, y al cabo de algunos días, el fiel Millán le encontró
64     38|          juicio al cabo de algunos días. En cuanto se vio libre
65   Conc|         vino a concluir sus breves días a Carracedo. Díjose, y no
66   Conc|           a Siria, donde acabó sus días en una revuelta de los cristianos
67   Conc|     patriarca San Benito a los dos días, con grande admiración de
68   Conc|         disfrutamos el suyo. Pocos días antes de su misteriosa llegada
69   Conc|           estimado. Al cabo de dos días se volvieron todos a Bembibre,
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