IntraText Índice | Palabras: Alfabética - Frecuencia - Inverso - Longitud - Estadísticas | Ayuda | Biblioteca IntraText | Búsqueda |
Alfabética [« »] macizo 1 madeja 1 madera 2 madre 63 madres 2 madrina 1 madrugada 1 | Frecuencia [« »] 63 aquí 63 contra 63 estaban 63 madre 63 pie 62 pudo 62 ver | Enrique Gil y Carrasco El Señor de Bembibre Concordancias madre |
Cap.
1 1| toque soleta en busca de su madre gallega. -Cierto es que 2 2| doña Blanca de Balboa, su madre, santa señora cuya vida 3 2| conocido las caricias de una madre ni las dulzuras del hogar 4 3| quién le dijera a su piadosa madre cuando con tanto afán y, 5 5| Beatriz, sentada cerca de su madre, trabajaba en bordar un 6 5| canas y con el sosiego de mi madre. -No esperaba yo menos de 7 5| vista y de la de vuestra madre, la obediencia y el respeto 8 5| puerta con enojo dejó solas a madre y a hija que, por un impulso 9 5| era el desconsuelo de su madre, que no cesaba un punto 10 5| gozarte segura en la ribera! -Madre mía -dijo la joven enjugando 11 5| enjugando los ojos de su madre -, vos habéis sido toda 12 5| hizo volver a la triste madre a todos sus extremos de 13 5| pero no respondió a su madre sino abrazándola y deseándole 14 6| Beatriz se despidió de su madre a solas y, en los aposentos 15 6| entonces. El corazón de una madre suele tener en las ocasiones 16 7| pensamientos, a la manera que una madre suele mostrar predilección 17 7| la separación de vuestra madre, y aunque en esta oscuridad 18 9| respondió ésta - cuando la madre tornera va a preparar la 19 9| sin padre! ¿Dónde está la madre abadesa que me dé licencia 20 9| pararse! ¿Pero dónde está la madre abadesa? -Aquí -respondió 21 11| sin las bendiciones de su madre, era para lo que llamaba 22 11| ancianos padres. Su pobre madre en particular, tan enferma 23 13| Beatriz no conoció ya a su madre, aunque sus miradas se clavaban 24 13| noche en que su tía, su madre y el buen religioso estaban 25 13| Israel de Egipto"..., pero mi madre, mi pobre madre -exclamó 26 13| pero mi madre, mi pobre madre -exclamó con pesadumbre, ¡ 27 13| tal, que la abadesa y su madre apenas podían sujetarla. -¡ 28 13| Martina? ¿Dónde está mi madre?¡Me pareció oír su voz entre 29 13| prorrumpiendo en llanto: -¡Madre mía de mi alma! ¡Madre querida! 30 13| Madre mía de mi alma! ¡Madre querida! Doña Blanca, fuera 31 16| suceder, sino en sí; su madre comenzó a flaquear y al 32 16| pensamientos de aquella madre tan cariñosa y con tanto 33 16| llora en los brazos de tu madre! ¡Grande es tu pérdida! ¡ 34 16| los muchos lamentos que su madre empleaba adrede para excitar 35 17| declaró doña Beatriz a su madre con voz muy serena y entera 36 17| Villabuena:~ ~ -Ya veis, madre mía -le dijo -, que no es 37 17| idea de los pesares de su madre, que en ningún tiempo había 38 17| muerte descansada y dulce. -¡Madre mía! -respondió con efusión 39 17| dispuesta. -Sí -respondió la madre, pero de tu pleno y entero 40 17| de doña Beatriz y de su madre. -Una palabra, señor caballero - 41 17| Beatriz en cuanto expiró su madre se aferró a su cuerpo con 42 18| desasosiego. La muerte de su madre acababa de cerrar el círculo 43 18| apenas cerrada de aquella madre que tanto había querido, 44 18| señor, sí que la violentó su madre, y del peor modo posible, 45 19| obedecisteis a su noble madre cuando el asunto de Monforte - 46 23| y no será el hijo de mi madre quien se quede a servirle 47 23| orden. Todavía tienes una madre anciana, y a más Martina, 48 23| esta vida. -En cuanto a mi madre -replicó el escudero -, 49 24| allí a doña Beatriz. Su madre quedaba sumida en el llanto; 50 24| espacio de tiempo aquella madre cariñosa había pasado a 51 24| Beatriz y la muerte de su madre se había extrañado de Arganza 52 31| ventura, desaparecer su madre, perderse su libertad y 53 31| tenían las cenizas de su madre, el deseo de acompañar a 54 31| hablaba del conde, de su madre y de don Álvaro, quejándose 55 33| lo he perdido, tenía una madre y la he perdido, tuve un 56 35| ángel del cielo, o vuestra madre si la tuvierais. ¡Pensad 57 36| cerró los ojos mi pobre madre cuando me vio esposa del 58 37| algún día a los ojos de su madre adornada con la aureola 59 38| grandezas; ¿quién le dijera a mi madre que había de seguirla tan 60 38| yo con mis hermanos y mi madre os salga a recibir para 61 38| que lejos de ellos, era la madre de los menesterosos y el 62 Conc| tardaron en acompañarles. -Madre -preguntó la niña con ojos 63 Conc| hija de mi alma -exclamó su madre alzándola en sus brazos -,