Cap.

 1      2|       orden del Temple estuvo mil veces para desbaratar este proyecto
 2      2|        mis penalidades fuesen mil veces mayores para llegar a vos
 3      4|          habían presentado muchas veces al carácter meditabundo
 4      5|      aquellos umbrales que tantas veces había atravesado con el
 5      6|          despecho suyo, parecía a veces alegrarse de encontrar en
 6      7|        detrás de ella. -Jesús mil veces -exclamó acercándose involuntariamente
 7      8|       cual más desesperados. Unas veces pensaba en forzar a mano
 8      9|      después de anochecer, muchas veces cojo yo la llave y se la
 9     10|     subían, en un declive manso a veces y a veces rápido, las montañas
10     10|         declive manso a veces y a veces rápido, las montañas que
11     10|          aquel paisaje que tantas veces había cautivado dulcemente
12     10|    coronan las montañas, que unas veces se disipan azotadas del
13     10|       azotadas del viento y otras veces descargan sobre la atemorizada
14     10|     contra vuestra orden, algunas veces he llegado a dudar de vuestras
15     11|        tratéis de esa manera, mil veces peor que todos los tormentos
16     12|          fue causa gran número de veces de que se desgraciasen muy
17     13|           muy raras y diversas: a veces era tranquilo y melancólico
18     15|       facilidad para pasar muchas veces a Tordehumos, poco tardó
19     15|        profunda, cambiando muchas veces de color y apretando involuntariamente
20     16|          nuevo desconocido, que a veces suavizaba su natural aspereza.~ ~
21     16|           sus sollozos que muchas veces creyeron que se ahogaba.
22     18|         ser anhelosa; palpitaba a veces con violencia su corazón
23     18|          aquellos momentos; otras veces sentía correr un fuego abrasador
24     18|        pesados, que adelgazados a veces por el viento y esparcidos
25     18|     verdad, en verdad, que muchas veces he pensado en aquellas palabras,
26     19|         haría más desdichado. Dos veces os he amado, y dos os pierdo. ¡
27     20|           vestida de blanco, unas veces radiante como un meteoro,
28     21|           vueltos en sangre. Tres veces probó a levantarse de su
29     21|      desde ahora; ¡dichoso yo mil veces si mis ojos se hubiesen
30     24|         funesto del don, y muchas veces me he dicho en mis desvelos
31     26|         atravesado lo menos cinco veces. -¿Y qué hubieras hecho
32     28|    últimos mogotes, visibles unas veces e invisibles otras, según
33     29|         del viento, cruzando unas veces rápidamente la atmósfera
34     29|        las religiosas, que muchas veces la oían, se deshacían en
35     29|         de distinta naturaleza. A veces tomaba la pluma y de ella
36     30|   Cornatel me disteis la vida dos veces y además aquel puñado de
37     31|         espejo del lago, figura a veces, cuando lo agita blandamente
38     32|           un trueno -, que si mil veces lo cogiera entre mis manos,
39     32|      arriesgar la vida hartas más veces que vos?~ ~ -Vos recibisteis
40     32|           él me salvó la vida dos veces, y como decía mi padre,
41     33|       castillo con el dedo -. Dos veces me he visto desterrada del
42     33|           los jardines como otras veces... -Sin embargo -contestó
43     33|         abatimiento hoy que otras veces, pero la suerte me hallará
44     34|           su dolor, y maldijo mil veces del sino que había traído
45     35| sensaciones. Una mañana que, unas veces a pie y otras embarcada,
46     35|    despedida! -¡Y necio de mí mil veces -repuso don Alonso -, que
47     35|     volvía del lado opuesto, unas veces lanzando un suspiro y otras
48     36|         habéis dicho esto algunas veces? Don Álvaro calló en lugar
49     36|         siempre burlada. ¡Cuántas veces se habrían fijado en aquellos
50     37|      dulzura sin ejemplo. Algunas veces, sin embargo, tomaban sus
51     37|          las aguas del lago, unas veces contemplando sus orillas
52     37|       doliente y abatido de otras veces, sino con extraño garbo
53     37|    dominante de su desvarío, unas veces alegre y risueña, y otras
54     38|           superficie levantando a veces el vuelo con alegres aunque
55     38|    felicidad me ha ocupado muchas veces, y ahora mismo quiero asegurártela
56     38|           doña Beatriz. -¡Cuántas veces -le dijo a don Álvaro -,
57   Conc|          y taciturno, y su aire a veces parecía como de quien en
58   Conc|         labios. Acontecía algunas veces que una res vacuna o alguna
59   Conc|        fuerzas, le rogó repetidas veces que dejase vida tan penosa
60   Conc|        bueno de que hablas tantas veces con mi padre? -Sí, Beatriz
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