Cap.

 1      2|            si pueden alejaros de mi vista, no les será tan llano avasallar
 2      3|          adarves de Tarifa, y, a la vista de su padre. El conde de
 3      4|           codicia que le inspiró la vista del tesoro del Temple en
 4      4|   movimientos. Se conocía a primera vista que su condición austera
 5      4|         desventurados sin volver la vista atrás, como el profeta que
 6      5|           corazón humano que sólo a vista de la realidad inexorable
 7      5|             la soledad, lejos de mi vista y de la de vuestra madre,
 8      7|            todos y escudriña con su vista lo más oscuro de la conciencia,
 9      8|            locutorio, sin volver la vista atrás, y doña Beatriz después
10      9|           accedió entonces, pero en vista de la hora insistió en que
11      9|           librarse de un testigo de vista importuno, pero conoció
12      9|            valederas las razones en vista del agasajo y repitiéndole
13     10|           Temple. Parecióle que, en vista de la tibieza con que la
14     10|      poniente cuando divisó, con su vista de águila y acostumbrada
15     10|             hemos podido echaros la vista encima? -Ni yo mismo sabría
16     10| contemplación del soberbio punto de vista que ofrecía aquel alcázar
17     10|            Álvaro, siguiendo con la vista las orillas del Cúa, procuraba
18     11|            sin atreverse a alzar la vista -, yo no puedo huir con
19     12|           los alrededores, y que en vista de la insistencia del conde
20     17|            traspasado de amargura a vista de aquel tremendo sacrificio,
21     21|          pero cómo presentarme a su vista con el feo borrón de mi
22     22|           en par y se presentó a su vista la iglesia tendida de negro
23     23|          dijo al entrar -, con cuya vista presumo que os alegraréis. -
24     24|         presentarlos solamente a la vista del dispensador del bien.
25     25|        clavaba. Saldaña, que con su vista de águila había seguido
26     26|      enemiga. Todo esto pasaba a la vista del conde que, trepando
27     28|             rincones de su casa. La vista que ofrecía el campamento
28     28|            a su fiel escudero de la vista de sus enemigos, con todo,
29     28|        vasallos helados de terror a vista de tan trágico suceso. Todos
30     29|            fuerzas para resistir su vista sin turbarme! Razón tenía
31     29|       respondió el abad conmovido a vista de tan noble desprendimiento
32     31|              y desde allí tendía la vista por entrambas perspectivas,
33     31|              Por risueños puntos de vista que ofrezcan las orillas
34     32|        miedo sin duda os turbaba la vista y el entendimiento a la
35     32|      Salamanca me oculté de vuestra vista para confundiros ahora,
36     34|           recibiría su mujer con su vista, el favor que le haría en
37     35|           desamparo. ¿Creéis que su vista no empeore su estado trayéndole
38     35|           se perdió muy en breve de vista. A medida que fue entrando
39     35|           no se vería privada de la vista de don Álvaro. Poco podía
40     36|            Almanzor, y tendiendo la vista alrededor, echó menos la
41     36|     impresión semejante a la que su vista había producido en don Álvaro.
42     37|              otras siguiendo con la vista las bandadas de lavancos
43     37|         cuando en cuando, alzaba la vista para mirar el camino por
44     37|          escena que se ofrecía a su vista, naturalmente engolfó su
45     37|             me lo inspira! Alzad la vista y veréis el cielo; mirad
46     38|            rodeó la estancia con la vista y viendo a todos desemblantados
47     38|    fuertemente, temerosos de que la vista de aquel sepulcro, no bien
48   Conc|         domina el monasterio casi a vista de pájaro y dista poquísimo
49   Conc|          concurridísima romería. La vista que desde aquella altísima
50   Conc|          suma, uno de los puntos de vista más soberbios de que puede
51   Conc|             Era una familia en cuya vista se recreaba el ánimo involuntariamente,
52   Conc|              cuando fijando ella la vista en la cartera y él en el
53   Conc|         circunstantes conmovidos, a vista del no pensado caso, no
54   Conc|             el que allí muerto a la vista tenían. En esto llegó el
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