Cap.

 1      1|         Cuando me recobré, a la verdad no sabía cómo darle las
 2      2|       aparten en el fondo de la verdad, son tan incompletas, que
 3      2|         Nadie pudiera creer, en verdad, que en semejante teatro
 4      2|       señor para conmigo? ¿Será verdad lo que mi corazón me está
 5      2| respondió.~ ~ -¡Ah!, ¿conque es verdad? -continuó el apesarado
 6      3|     piensan castigarles -, y en verdad que, si es cierto lo que
 7      4|        los campamentos. A decir verdad, los temores de los monarcas
 8      7|       había echado no era, a la verdad, el más a propósito. Aquella
 9      9|   burlan de la justicia y de la verdad. ¿Qué haces? -añadió con
10     10|          de cuando en cuando la verdad le mostraba algún vislumbre
11     10|    comendador -, y tal vez dice verdad; pero vuestro tío se olvida -
12     11|     ayer de su misma boca? -¡Es verdad, es verdad! -exclamó ella
13     11|     misma boca? -¡Es verdad, es verdad! -exclamó ella espantada
14     12|      apartará de la senda de la verdad. Pero ¡Saldaña!... -añadió
15     13|         nunca..., ¡ah!, ¡sí, es verdad!, todos hemos sufrido tanto. ¡
16     18|        dientes para adentro. Es verdad que el que conoció a don
17     18|         pies desde entonces. En verdad, en verdad, que muchas veces
18     18|         entonces. En verdad, en verdad, que muchas veces he pensado
19     18|   Cuanto os ha dicho es la pura verdad -respondió doña Beatriz -;
20     18|     será que me oigáis. ¿Que es verdad decís? Lo siento por vos
21     18|        sollozos: -¡Oh, sí!, ¡es verdad! ¡Hubiéramos sido demasiado
22     18|       comendador os ha dicho la verdad; soy la esposa del conde
23     18|       apartado del camino de la verdad? Por vos lo siento. Otra
24     19|        infante don Juan, ¿no es verdad? -¡Ah, don Juan Núñez! -
25     19|         palabra al comendador. -Verdad es -repuso el anciano conmovido -,
26     21|      boca. -Pocas han salido en verdad de ella -respondió Saldaña -,
27     21|     cerca tenéis quien ponga la verdad en su punto, pues viene
28     21|     viene de aquel país. ¿No es verdad, venerable Saldaña, que
29     21|    conde de Lemus, y esta es la verdad.~ ~ -¡Mentís vos! -gritó
30     22|       darle la nueva en toda su verdad, ya don Álvaro cruzaba el
31     22|   honores y respetos. Aunque es verdad que el deseo de vengarse
32     23|      sabe para cuándo será! -En verdad que tienes razón -contestó
33     23|  perdidos. Si te he de decir la verdad, no sé quien me causa más
34     27|       reprimida -, ¿loco eh? en verdad que para vos y los vuestros
35     29|       gota de su sangre. ¿No es verdad?~ ~ Doña Beatriz sólo dio
36     30|        voz cortada y ronca: -En verdad que si los enemigos de nuestra
37     30|       noble corazón? -Así es la verdad, don Álvaro -contestó el
38     31|        Carracedo no tenía, a la verdad, gran motivo para tranquilizarse,
39     32|        de justicia, pero con la verdad por delante, nunca he tenido
40     32|        de Dios, porque, a decir verdad, tan presa dejaron mi voluntad
41     32|       Por mi honor, juro que la verdad ha hablado por su boca -
42     34|  comportamiento. Paga escasa en verdad, si no la realzara y diera
43     34|          escasas en número a la verdad, pero por lo mismo sinceras,
44     34|   reflexiones del abad; bien es verdad que los mismos temores y
45     35|      mis buenos amigos; pero en verdad que nunca pudo haber llegada
46     35|       partáis de aquí... ¿no es verdad que os quedaréis?, ¿quién
47     35|     prohibíroslo? Yo os amo, es verdad, pero del mismo modo pudiera
48     36|    agobia. Acercaos más. ¿No es verdad que alguna vez os habéis
49     37|      sentís más animada, ¿no es verdad? -Sí, sí, tráeme mi vestido
50     37|         de mis lágrimas, ¿no es verdad?... ¡No, no, no es esta
51     38|    venera como yo misma. ¿No es verdad, noble don Álvaro? Acercaos,
52     38|         vivir le quedan. ¿No es verdad que le perdonáis? -Sí, le
53     38|        un libro abierto. ¿No es verdad que querríais quedar en