Cap.

 1      1|            le hubiera sucedido... ¡Son muchos animales! -continuó,
 2      2|          en el fondo de la verdad, son tan incompletas, que nos
 3      2|    consonancia de los sentimientos son fiadores más seguros de
 4      3|         muy bien hecho, porque más son proezas de judíos y gentiles
 5      3|            qué cosas y qué proezas son esas? -Dicen que adoran
 6      4|           sosiego de esta comarca, son asuntos dignos de vuestro
 7      7|   religiosos, que en su esencia no son sino amor limpio del polvo
 8      8|       nadie ignoradas en Castilla, son el mayor fiador de la pasión
 9     10|          que tan naturales adornos son de la ancianidad. Eran sus
10     10|          el gran maestre, y que al son de las trompetas de la orden
11     10|            de David. Pero ¿quiénes son esos gusanos viles que han
12     10|         profetas, y ambos gimen al son del viento colgados de los
13     11|         traza? ¿Te parece a ti que son estos juegos de niño? -A
14     11|        tocó a las oraciones. Aquel son que se prolongaba por las
15     11| extremadamente enérgicas y altivas son permitidos, y dijo con una
16     12|          decoro. En sus ojos todos son buenos si conducen a este
17     13|          Tomad mi vida! Ved que no son mis lágrimas las solas que
18     17|            mi vida, mi alma entera son vuestras. ¿Qué no haré yo
19     18|       fiarse de los templarios que son unos brujos declarados y
20     18|           que estáis solos y ellos son muchos y vienen armados? ¡
21     19|        severidad: -Esos caballeros son iguales a vos y ninguna
22     20|    caballeros como yo, que en todo son vuestros iguales, menos
23     21|           pero si vuestros temores son legítimos y me precipitáis
24     25|            los caballos del Temple son de las mejores castas de
25     26|          el conde de venir con que son mágicos o no lo son, porque
26     26|            que son mágicos o no lo son, porque por estrecho pacto
27     27|            brazos, que a fe que no son de pluma. Y sobre todo,
28     27|            rebezos de tus montañas son capaces de trepar por allí!~ ~ -
29     27|           con júbilo feroz -, míos son, y de esta vez no se me
30     28|      tamboriles. En todo el Bierzo son las nieblas bastante frecuentes
31     29|       giros vagos y caprichosos al son del viento, cruzando unas
32     30|          que por mi parte fueron y son de todas veras sinceros.
33     30|         vosotros. En fin, ellas no son para contadas, ni importa
34     30|       amenaza, porque ya sabes que son obispos los que nos van
35     30|            montaron a caballo y al son de una marcha guerrera comenzaron
36     31|    entonces su consuelo y blandura son más que dudosos. Así doña
37     32|         hace lo fuese a pregonar a son de trompeta. Y luego que
38     33|            se mecen alegremente al son del viento y si alguna respuesta
39     33|     desechar esos pensamientos que son una reconvención continua
40     33|           en Francia? Harto justos son mis temores. Este pleito
41     33|         muy sutil, que se mecía al son del viento, y con los cabellos
42     33|           podía sufrir! Dígote que son hombres de armas, y que
43     33|            Ahora sí!, ahora sí que son ellos; míralos allá, Martina...
44     35|        doña Beatriz se despertó al son de su propio canto. Don
45     36|       recibir a mi esposo? ¡Bellas son estas arboledas mecidas
46     36|         arroyuelos, pero, al cabo, son galas del mundo, y yo tengo
47     36|      tamaña felicidad, escaso pago son tantas horas de soledad
48     36|           las mujeres y los niños, son en los ojos de los hombres
49     37|        Álvaro, ¿no veis cuán vanas son las alegrías de la tierra? ¿
50     37|          me quedan lágrimas, si no son las de la alegría! Fatigada
51   Conc|      pájaros que comúnmente se ven son las águilas y buitres que
52   Conc|        poquísimo por el aire, pero son tales los derrumbaderos