Cap.

 1      2|            se han desenvuelto nuevas fuerzas en mi alma, y toda la gloria,
 2      2|          Todopoderoso, y él me daría fuerzas; pero, lo repito, o vuestra
 3      2|              resolución que no había fuerzas humanas para torcer. Quedóse
 4      3|         vasallos aumentaría nuestras fuerzas harto temibles ya para ellos
 5      4|        arrojarse sobre la Prusia con fuerzas menores y más escaso poder
 6      4| contrabalanceaban ventajosamente las fuerzas inertes y pesadas que podía
 7      4|              pequeños, perdiendo sus fuerzas y prestigio en medio de
 8      5|              despierta la injusticia fuerzas cuya existencia se ignoraba,
 9      5|             salud. El Señor nos dará fuerzas para sobrellevar una separación,
10      6|         suele tener en las ocasiones fuerzas sobrehumanas, y bien lo
11      6|              Dios os guarde, y os dé fuerzas para sufrir. Nuño desempeñó
12      7|             vos, el cielo me ha dado fuerzas. No sé si el llanto habrá
13      7|             mí, he causado sin tener fuerzas para ponerles fin. Cuando
14     11|           del riesgo, le habían dado fuerzas para arrojarse a cualquier
15     11|           advenimiento. -Yo no tengo fuerzas, Martina -replicó doña Beatriz
16     11|         parece que había doblado sus fuerzas y corría orgulloso y engreído,
17     11|           como si desconfiase de sus fuerzas se contentó con decir-: ¡
18     11|            parece vacilar es que mis fuerzas flaquean y mi cabeza se
19     11|             Beatriz reunió las pocas fuerzas que le quedaban para tan
20     12|           propósito como para juntar fuerzas contra los templarios con
21     13|              que para todo encuentra fuerzas y jamas se cansa de los
22     13|           podía aprovechar las pocas fuerzas que le quedaban para asistir
23     13|           más leve disgusto. No hubo fuerzas humanas que arrancasen a
24     16|         sucesivamente le habían dado fuerzas, y sólo cuando ambos extremos
25     16|           sus accesos, recostada sin fuerzas en un gran sillón de brazos.
26     17|            en parte su asombro, tuvo fuerzas bastantes para responder: -
27     18|            grito y cayó al suelo sin fuerzas, cerrando los ojos por no
28     19|              aunque joven, escaso de fuerzas a juzgar por su semblante.
29     19|       ensalzará a tus ojos y te dará fuerzas para todo; pero yo, miserable
30     20|     contrariedades y sinsabores, sus fuerzas cada vez iban a menos, en
31     21|          como el de Saldaña, y cuyas fuerzas y arrojo crecen siempre
32     22|            sonora. -El Señor me dará fuerzas para llevarla, como me ha
33     24|              la ocasión de medir sus fuerzas con ansiedad indecible,
34     25|             contrapeso sobrado a las fuerzas del abad de Carracedo y
35     25|             situación aislado, pocas fuerzas eran necesarias; para apoderarse
36     28|              vez que, dividiendo las fuerzas de los sitiados, hiciesen
37     28|            mientras el grueso de las fuerzas sitiadoras se acercaban
38     28|            su yerno mandaba aquellas fuerzas, encaramado sobre una roca,
39     29|        anhelo acababan con las pocas fuerzas que quedaban en aquella
40     29|          desde entonces! ¡Dios me dé fuerzas para resistir su vista sin
41     29|      dolencia. Sin embargo, cobrando fuerzas y saliendo de su estupor,
42     31|          igual dañosas, cada día sus fuerzas se disminuían y se aumentaba
43     32|             que, a pesar de vuestras fuerzas superiores, tuvieseis ánimo
44     35|              pero gracias a ella sus fuerzas se restauraban tan visiblemente
45     35|         desesperes, ni me quites las fuerzas que necesito para tu bien
46     36|        entender la postración de sus fuerzas. El abad, viéndola un poco
47     37|              punto habían venido las fuerzas de la enferma, que el anciano
48   Conc|     desamparo, ninguno se sentía con fuerzas para vida tan áspera y rigurosa.
49   Conc|              viendo cómo decaían sus fuerzas, le rogó repetidas veces