Cap.

 1      2|          y devorado su cólera en silencio, porque la orden dueña de
 2      2|        sin atreverse a romper el silencio. Se amaban con toda la profundidad
 3      2|         entonces otro momento de silencio, al cabo del cual doña Beatriz
 4      3|          la última oración y del silencio -dijo el maestre, vete a
 5      4|      como yo he ido en medio del silencio de la noche, y preguntad
 6      5|        por su familia; pero este silencio mismo contribuía a hacerle
 7      6|        Así, pues, continuaron en silencio su camino por las orillas
 8      7|          con doña Beatriz. En el silencio que la rodeaba se alzaba
 9      7|          Quedóse el templo en un silencio sepulcral y alumbrado por
10      7|          último todo quedó en un silencio tan profundo como el que
11      7|      labios como una estatua del silencio que hubiese cobrado vida
12      7|      vuestra mirada en medio del silencio de los sepulcros? Me han
13      7|   parecía recogerse en religioso silencio sólo para escuchar de mis
14     10| Quedáronse entonces entrambos en silencio como embebecidos en la contemplación
15     11|         Beatriz volvió a guardar silencio. Entonces la zozobra y la
16     11|          entonces en un profundo silencio que el abad interrumpió
17     14|      opuso encargándole mucho el silencio y el reposo, y haciéndole
18     15|       mordió los labios y guardó silencio por un buen rato, durante
19     18|          del crepúsculo y por el silencio de los valles, recorren
20     18|           pero según el profundo silencio que guardaban, no parecía
21     18|         Doña Beatriz volvía a su silencio, cuando Martina, recobrada
22     18|         Por más señas que...~ ~ -Silencio, Martina -replicó su señora
23     19|  Quedáronse todos en un profundo silencio que duró un gran espacio,
24     22|    caballero? Todos guardaron un silencio sepulcral. El comendador
25     22|    iglesia en medio del profundo silencio que reinaba en sus ámbitos,
26     23|     añadió después de un rato de silencio -, ¿no me he de alegrar
27     25|        contraste con el reposo y silencio del castillo, cuyos caballeros,
28     25|         religioso, tornaron a su silencio y recogimiento ordinario,
29     25|         Cornatel, envuelto en el silencio y las tinieblas, formaba
30     26|   nombres, sólo les respondía el silencio o algún amargo gemido. El
31     27|         le obligaba a devorar en silencio su amargura, por desgracia
32     27|          del arroyo encomendó el silencio a sus compañeros, y apretando
33     28|         en medio del terrorífico silencio que reinaba, dijo a los
34     29|       por un rato en un profundo silencio, durante el cual el abad,
35     30|     pajes y esclavos. Reinaba un silencio funeral y todos tendían
36     33|         corto rato en que guardó silencio, le dijo con acento sentido: -
37     33|      pues, al cabo de un rato de silencio, dijo presentando la mano
38     35|        rayos. Los tres guardaban silencio como si temiesen interrumpir
39     35|         dijo después de un breve silencio -, no hace mucho que soñaba
40     35|  quedarse todo en aquel profundo silencio que entristece, tanto como
41     36|    guardado por un rato el mismo silencio, sacó del seno una cartera
42     36|  suplicante, pero ella le impuso silencio con la mano, y continuó: -
43     36|       realidad, guardaba también silencio apretando convulsivamente
44     37|       había encargado el posible silencio. Tanto él como la enferma
45     38|         aunque se les encargó el silencio, era tal su ansiedad que
46     38|          esposa se encerró en un silencio pertinaz, se empeñó en acompañar
47   Conc|        en religión, y nos impuso silencio con la voz de su autoridad.