Cap.

 1      3|          tarde, antes de salir yo, llegó un correo del rey y le entregó
 2      8|            que estremecía su alma, llegó a aparecérsele la idea de
 3      8|        suerte doña Beatriz. Cuando llegó el día de la entrevista,
 4      8|         aparición de doña Beatriz. Llegó, por fin, ésta acompañada
 5      8|  comprendía el disimulo del conde, llegó a pensar que su discreción
 6     10|           despecho y de su orgullo llegó a imaginar la Europa entera
 7     11|   distracción inquieta y dolorida. Llegó, por fin, la tarde, y como
 8     12|           Martina, sin embargo, no llegó a sus oídos; pero la venida
 9     12|      derechura a Ponferrada, donde llegó antes de amanecer, pero
10     12|   habilidad de la reina doña María llegó a sosegarse la diferencia
11     13|           al monasterio. En cuanto llegó, sus miembros casi paralíticos
12     14|   incesante martilleo, y la escena llegó a hacerse temerosa y horrible
13     16|           robustez, porque esto no llegó a suceder, sino en sí; su
14     17|        monje. El conde de Lemus se llegó mesuradamente a la presencia
15     19|           Martina! -dijo en cuanto llegó -; ¿y el ama qué han hecho
16     20|        siempre tuvo, y últimamente llegó a pensar con cuidado en
17     20|            términos que Ben Simuel llegó a concebir serios temores,
18     21|           semejantes pensamientos, llegó a Tordehumos, donde fue
19     22|        pareció, y cuando, por fin, llegó a darle la nueva en toda
20     22|        precedieron a su profesión. Llegó por fin el momento en que
21     23|           a él. Así fue que cuando llegó al castillo, su determinación
22     26|          su impenetrable armadura, llegó hasta la puerta con un cercano
23     26|     templario determinado y ciego. Llegó a él y con el mayor coraje
24     27| prominencia del peñasco, hasta que llegó, con asombro de los mismos
25     27|           mayor trabajo. En cuanto llegó a la margen del arroyo encomendó
26     28|            nuevo Saldaña en cuanto llegó -, este asunto no es vuestro,
27     29|     espectáculo suscitó en su alma llegó a ser tan doloroso que sin
28     30|           acostumbrada energía, se llegó al montañés y apretándole
29     30|         volvió al tiempo señalado. Llegó, por fin, la hora de que
30     31|      inquietarse seriamente cuando llegó a advertir que aquella dolencia,
31     31|            gran manera, así es que llegó a Arganza más desencajada
32     31|           cuadro. Cuando, por fin, llegó a la quinta y se asomó al
33     32|            recriminaciones. Cuando llegó su día, presentaron queja
34     33|           todos los de buena raza, llegó nadando gallardamente con
35     34|        aquel vivo deseo.~ ~ Cuando llegó el día de la separación,
36     34|           favores de todas clases. Llegó, por fin, el instante de
37     34|       mirado, subió de punto y aun llegó a pasmo y admiración. Después
38     35|           cebada en sus renglones, llegó a un punto en que lanzando
39     37|   comunicarse les servía. Por fin, llegó a tanto la postración de
40     37|          señor de Bembibre. Cuando llegó a la góndola puso el pie
41     38|          concurrencia, pero cuando llegó el caso de depositar en
42     38|      desalados a la quinta. Apenas llegó a Bembibre hizo dejación
43   Conc|       muchísimas, pero entre ellas llegó una familia que por el vistoso
44   Conc|           la vista tenían. En esto llegó el abad de esta santa casa
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