Cap.

 1      2|      maternal, defendida por el nombre y poder de su padre y cercada
 2      2|         habían pensado en darle nombre, ni habían pronunciado la
 3      2|        secreto. Si no os doy el nombre de esposo al pie de los
 4      2|        con una desobediencia el nombre que ha heredado. -¿Y si
 5      3|         tenía dio a la villa el nombre de Ponsferrata con que en
 6      3|    sostenido por el honor de su nombre? ¿Tan apartado le imagináis
 7      4|    orden que todavía llevaba el nombre de ultramarino; pero el
 8      4|        que a su lado crecían en nombre y reputación las de Calatrava,
 9      4|        de la plebe anduviese el nombre del Temple!, pero el Papa
10      7|      murmuraban sin saber aquel nombre querido. Tal vez pensaba
11      7|       que yo jamás mancharía mi nombre con una desobediencia. -¡
12      7|  escuchar de mis labios vuestro nombre. Pero ahora la naturaleza
13      7|        antes me repetía vuestro nombre sólo me devuelve ahora mis
14      8|     odiado del mayor número, su nombre había llegado a ser un objeto
15     12|       don Juan, que tan funesto nombre ha dejado en nuestra historia
16     13| convulsiones y de angustias. El nombre de su padre y el de su amante
17     16|    dejar a sus descendientes un nombre ilustre y las riquezas que
18     16|         se oía en sus labios el nombre de aquel amante adorado
19     18|          ved que os lo mando en nombre de mis esperanzas destruidas, ¡
20     18|      Álvaro, cuyos ojos al sólo nombre del conde habían brillado
21     19|       que me descubráis vuestro nombre y semblante? -Soy -respondió
22     19|         Saldaña, presos sois en nombre de su autoridad. -Ninguno
23     26|        última hora? ¿Cuál es tu nombre? -Cosme Andrade -replicó
24     27|     unas gentes que tan ilustre nombre dejaban, sobre todo cuando
25     28|         castillo -; detenéos en nombre de la obediencia que me
26     29|        que desde que escuchó el nombre de su amante había estado
27     30|      don Álvaro, en quien aquel nombre había producido un estremecimiento
28     31| sepulcro, y no querrá borrar mi nombre de la faz de la tierra.
29     32|     resultas del juicio? -En mi nombre y en el de los míos, me
30     32|       templarios el honor de su nombre, única cosa a que podían
31     34|     señor. La guarnición que en nombre del rey ocupaba el castillo
32     35|   gravemente el religioso -, en nombre de vuestro padre, de vuestro
33     35|     como si oyese pronunciar su nombre, pero o callaba enseguida
34     37|      noble orgullo de llevar un nombre ilustre, las riquezas, la
35     38|      mandas y dádivas que en su nombre se habían de hacer, y manifestó
36   Conc|        podían rastrear sobre el nombre y calidad del desconocido.
37   Conc|      que otro no descubriese su nombre. Comoquiera, el pesar que
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