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Alfabética [« »] población 1 poblado 3 poblados 3 pobre 36 pobrecilla 2 pobrecillo 1 pobrecita 1 | Frecuencia [« »] 36 monasterio 36 muchas 36 pasado 36 pobre 36 semblante 35 algunos 35 cuya | Enrique Gil y Carrasco El Señor de Bembibre Concordancias pobre |
Cap.
1 1| Pajariel por leña, pero el pobre animal había dado tantos 2 3| artes para separarnos. ¡Pobre doña Beatriz! -añadió con 3 4| ventura en brazos del conde? -Pobre paloma sin mancilla -repuso 4 5| flaqueza irremediable del pobre corazón humano que sólo 5 6| Otros peores vendrán, pobre Nuño, si los que me quieren 6 9| antes de que se muera? La pobre tornera seguía detrás como 7 9| de mi cuñado?, que iba el pobre sin aliento a Carracedo 8 9| del relato aquello de: ¡pobre señora!, ¡maldita vanidad!, ¡ 9 9| cuando en la vidriera. El pobre caballero hacía días que 10 11| sus ancianos padres. Su pobre madre en particular, tan 11 13| Egipto"..., pero mi madre, mi pobre madre -exclamó con pesadumbre, ¡ 12 13| imperceptible: -¿Eres tú, pobre Martina? ¿Dónde está mi 13 15| que habrá mirado por su pobre escudero de cuya fidelidad 14 16| Y tan cierto como es, ¡pobre mozo! Millán, que había 15 17| cadáver todavía caliente. -¡Pobre y angelical señora!, tu 16 18| un verdadero descanso. La pobre muchacha no había querido 17 18| desdeñosamente!; ¡yo soy una pobre mujer que no sé lo que me 18 22| contradicciones y debilidades las del pobre corazón humano! La heredera 19 23| dejó confuso y turbado al pobre Millán con la perfidia del 20 23| dijo levantándole: -No así, pobre Millán, sino en mis brazos, 21 24| aquella ocasión. Sin duda, el pobre palafrenero iba cayendo 22 25| que hablamos era mucho más pobre y ruin todavía. Aquí asentó 23 27| entonces con irónica sonrisa: -¡Pobre necio!, ¿y cuando yo los 24 28| palabra se te escapa. El pobre Millán, aunque muy mohíno 25 32| habitual -, no soy más que un pobre hidalgo montañés a quien 26 33| una nereida del lago. La pobre muchacha, que con tanto 27 35| melancólicamente, y replicó: -Mi pobre corazón ha recibido tantas 28 36| contenta cerró los ojos mi pobre madre cuando me vio esposa 29 36| al árbol de mi juventud! Pobre padre mío, qué terriblemente 30 37| estuviese? -¡Siempre así, pobre muchacha, y sin que tu amor 31 37| tinieblas mismas del sepulcro. -¡Pobre don Álvaro! -contestó ella 32 38| acertaba a contener, le dijo: -¡Pobre muchacha, que era más viva 33 38| llanto y los sollozos de la pobre niña se redoblaron entonces, 34 Conc| pero aunque registraron su pobre ajuar no encontraron sino 35 Conc| grito -, ¡la cartera de mi pobre y querida ama doña Beatriz 36 Conc| entonces por su lealtad. El pobre montero, viejo ya y sin