Cap.

 1      3|          Por lo demás, no en vano soy el maestre y padre del Temple
 2      5|         miradas? -En eso verá que soy su hija y que heredo el
 3      5|   separación, a mí sobre todo que soy joven y robusta. La idea
 4      6|      amparo; pero, por desgracia, soy la última de mi linaje.
 5     11|          era mala embajada! Mujer soy y él un caballero de los
 6     11|     Apartaos os digo; o por quien soy, que todo lo atropello,
 7     11|        destruyen su obra; yo, que soy su delegado aquí y ejerzo
 8     13|       escribiré y cuando sepa que soy feliz se alegrará también!
 9     18|          con una voz sepulcral: -¡Soy, yo, doña Beatriz!~ ~ Martina
10     18|           Respondedme..., ved que soy yo quien os pregunta; ved
11     18| comendador os ha dicho la verdad; soy la esposa del conde de Lemus. -
12     18|     sonriáis desdeñosamente!; ¡yo soy una pobre mujer que no 
13     19|      vuestro nombre y semblante? -Soy -respondió él levantando
14     19|          su bandera. ¿Pensáis que soy yo de los que abandonan
15     19|              hija de mi dolor! ¿Y soy yo el que te he entregado
16     20|      quisiera proceder como quien soy con vos y haceros más llevaderos
17     21|       conducta? ¿Cómo decirle, yo soy quien os ha robado la dicha? ¡
18     22|           el Temple, ahora que no soy más que un soldado suyo
19     24|           yo procederé como quien soy; ¡ojalá que mis ojos hubieran
20     24|       duda, porque está visto que soy un podenco y sólo sirvo
21     27|          de consejo y, además, no soy yo el río Sil para no poder
22     27|       buen Andrade, que por quien soy, te lo daré al instante. -
23     27|          castigo de pecheros y yo soy hidalgo como vos, y tengo
24     28|         descubrir sus facciones. -Soy yo, conde de Lemus -le dijo
25     28|          contestó él ahora que no soy sino soldado del Temple
26     28|            defendeos. -Yo también soy templario -repuso don Álvaro
27     28|         calumnias. -Todavía no lo soy -respondió él desdeñosamente -.
28     29|        con un acento dulcísimo. "¡Soy yo doña Beatriz!" ¡y esta
29     32|          para él inesperada. -¡Yo soy, yo, el cohechado, como
30     32|          sencillez habitual -, no soy más que un pobre hidalgo
31     33|           caballeriza? ¡Por quien soy, que no tienes tú la culpa,
32     35|           de las sombras y que no soy yo la que tenéis delante,
33     36|         imaginaba, y sin embargo, soy más dichosa de lo que pude
34     37|      padre querido! -Sí, tu padre soy, hija de mi alma -contestó
35     37|            no, no, don Álvaro, yo soy muy joven todavía, rica
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