Cap.

 1      1|        mundo quiere y estima en el país por su nobleza y valor,
 2      2|            honrado y acatado en el país. Por una rara coincidencia
 3      2|     capítulo anterior, le tenía el país, el rasgo contado por su
 4      2|         dueña de los castillos del país podía burlarse de todos,
 5      3|     temibles ya para ellos en este país, han adulado la ambición
 6      7|           En las iglesias de aquel país había, y hay aún en algunas,
 7      8|         algún otro hidalguillo del país, ocupaban una pieza algo
 8      9|            silbando una tonada del país, y se puso a enalbardar
 9     12|           llanuras más pingües del país y, por otra parte, si las
10     13|      momentáneamente, se alejó del país, y de todas maneras doña
11     20|      murmuradores de su pintoresco país, coronados de fresnos, chopos
12     21|   Tordehumos y en los montes de su país había un hombre cuyo leal
13     21|         punto, pues viene de aquel país. ¿No es verdad, venerable
14     21|     testigo de ellos, pero todo el país lo sabe y... -Y todo el
15     21|            lo sabe y... -Y todo el país miente -replicó don Álvaro
16     22|         ambición en este miserable país!... ¡Muévale Dios contra
17     25|           huestes del rey, y en el país los vasallos de don Álvaro,
18     25|       hábil, y aunque odiado en el país, su liberalidad y desprendimiento
19     25|         quienes por lo fragoso del país debería caber la mayor gloria
20     25| Acaudillábalos un hidalgo de aquel país, llamado Cosme Andrade,
21     27|           Arganza disfrutaba en el país, y sobre todo por el sello
22     28|            del Temple, natural del país, que conocía todas las trochas
23     30|           todos los templarios del país dejando las fortalezas de
24     30|             que no podía salir del país, cuya custodia le estaba
25     30|            los demás castillos del país, mientras se vieron al abrigo
26     31|          el aire más templado y el país más plácido y halagüeño.
27     31|       aciagas, pero aquel reducido país había servido de campo a
28     31|           cierran y amojonan aquel país. Comenzaba a desprenderse
29     32|            curas párrocos de aquel país corroboran los mismos extremos.
30     32|       pensad en volveros a vuestro país, que los altos juicios de
31     33|           en ella y tres mozos del país, empuñando los remos, comenzaron
32     34|          señor de sus bienes en un país donde el Temple había echado
33     35|            cantó sobre un aire del país el estribillo de una canción
34     35|          palabras llegan a vos del país de las sombras y que no
35     36|       riachuelos y fuentes de este país corrían con murmullo dulcísimo
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