Cap.

 1      2|     querer subir hasta vos, que sois un ángel de luz, ahora lo
 2      2|        rayos, pero sin vos, que sois la luz de mi camino, me
 3      4|      común con los inicuos. -¿Y sois vos -le preguntó el caballero
 4      4|        entonces y le dijo: -Vos sois testigo de que me cerráis
 5      7|     preguntó con voz trémula: -¿Sois vos don Álvaro?~ ~ -¿Y quién
 6      7|         sin consentimiento mío. Sois capaz de sacrificarme hasta
 7      8|        la de los amores! -Galán sois -respondió doña Beatriz -,
 8     15|        Lara. -El mal aconsejado sois vos -repuso don Álvaro con
 9     15|        altanera: -¿Olvidáis que sois mi prisionero? -Sí, a fe
10     18|    presente me ha asegurado que sois la esposa del conde de Lemus,
11     19|         tono irónico -. Ingrato sois, por vida mía, porque en
12     19|        villano y mal nacido que sois. ¿Quién sale garante de
13     19|         la clase de pechero, ni sois ya mi igual ni puedo medirme
14     19|      comendador Saldaña, presos sois en nombre de su autoridad. -
15     19|  soberbias ruinas? Y luego, ¿no sois vos harto más desgraciada
16     20|         la alianza del Temple y sois dueño de vuestra persona.
17     21|       estáis ultrajando? Vos no sois digno de poner los labios
18     21|       pie en la arena... ¿quién sois, quién sois para vilipendiarla
19     21|     arena... ¿quién sois, quién sois para vilipendiarla así? -
20     23|        como con enojo -; mi amo sois ahora como antes, y lo seréis
21     27| servirme como vasallos míos que sois. El montañés le respondió
22     28|        gallinero. Como vosotros sois los destinados a la empresa,
23     28|         no se desmienta su voz. Sois dos contra mí solo y probablemente
24     28|  amenazas y denuestos. -Por fin sois nuestro, mal caballero -
25     29|         la que delante tenía. -¿Sois vos, doña Beatriz? -exclamó
26     29|       Beatriz, en la actualidad sois libre. -¿Y qué me importa
27     29|       replicó el monje, todavía sois joven y quizá contaréis
28     32|        acusadores y testigos. -¿Sois vos, Andrade? -exclamó Castro
29     35|           No me conocéis? -¿Ah, sois vos, padre mío? -contestó
30     36|        interrumpáis. Pensad que sois hombre y una de las más
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License