Cap.

 1      2|             y la mayor parte de las montañas comarcanas. Este linaje
 2      2|     poniéndose el sol detrás de las montañas que parten términos entre
 3      3|      apagado y sordo. Los bosques y montañas estaban revestidos de aquellas
 4      8|           se presentaba en aquellas montañas a la cabeza de una cuadrilla
 5     10|         veces y a veces rápido, las montañas que forman la cordillera
 6     10|         tormentosas que coronan las montañas, que unas veces se disipan
 7     10|        dehesas, y terminado por las montañas que forman aquel hermoso
 8     10|         mezquitas de Valencia y las montañas de Mallorca. Ese tal vez
 9     12|       crecido con las nieves de las montañas que se derretían, y no se
10     15|       mesnada volvió a sus prados y montañas nativas llena de luto y
11     18|     peñascos y por la cresta de las montañas, figuraban otros tantos
12     18|           otro pájaro andan por las montañas en no  qué manejos. Dios
13     20|           de sus nativas praderas y montañas, inclinado por índole natural
14     22|          señor de Bembibre y de las montañas del Boeza, prometo obediencia
15     23|       legado. Venía entonces de las montañas muy satisfecho de sus tierras,
16     24| encarecimiento, y se encaminó a las montañas del Burbia a levantar gente
17     25|             movimientos. Los de las montañas de la Cabrera traían todos
18     27|             corzos y rebezos de tus montañas son capaces de trepar por
19     28|            por la proximidad de las montañas y la abundancia de los ríos,
20     29|          que los alimenta, y en las montañas lejanas una triste corona
21     30|            suave degradación de sus montañas. Por fin, se presentó el
22     31|        silvestre marco de peñascos, montañas, praderas y arbolados, parecía
23     34|         para volverse a sus nativas montañas. Doña Beatriz le regaló
24     36|             el viento, bellas estas montañas vestidas de verdura, puras
25     36|        planta del cervatillo de las montañas sería menos veloz que la
26     37|            al cielo, al lago, a las montañas lejanas y a aquella quinta
27     38|              por fin, detrás de las montañas, y entonces doña Beatriz,
28   Conc|            compañía de un amigo las montañas meridionales del Bierzo,
29   Conc|      Cabrera, altísima y erizada de montañas, le hace espalda, y es,
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