Cap.

 1      7| chillido de las aves nocturnas, tenían un eco particular y temeroso
 2      9|        en que tantos compañeros tenían. Por fin, concluido el relato,
 3      9|        al centinela dijeron que tenían que dar a don Álvaro un
 4     11|       santa calma del claustro, tenían natural atractivo a sus
 5     16|        suyos que tantas razones tenían para estimarla. Su padre
 6     16|   congojas de la incertidumbre. Tenían los males de doña Blanca
 7     16|       argumentos que tanto peso tenían en una índole como la suya
 8     16|        índole como la suya nada tenían que ver con la elevación
 9     20|   solicitados de la amistad que tenían con él asentada que enojados
10     21|       precedieron a la tragedia tenían en sí un viso de misterio
11     21|        y como sus barruntos más tenían de presentimiento que de
12     22|        parte, sus demandas nada tenían de exorbitantes, pues no
13     22|          y los caballeros todos tenían en las manos velas blanquísimas
14     24|     aquellos brazos invencibles tenían aún en la Península enemigos
15     24|         y más desahogada que le tenían dispuesta, dando por razón
16     24| humildad cristianas, en lo cual tenían alguna razón, porque siempre
17     24|        a la defensiva, según lo tenían determinado, y aguardar
18     25|        el lado de Castilla nada tenían que temer, porque las encomiendas
19     25|         de finísima forja, nada tenían que temer de aquellas armas
20     26|         camino de Ponferrada, y tenían puestos los ojos y el alma
21     26|         con el destacamento que tenían en el camino de Ponferrada,
22     28|        don Álvaro y su escudero tenían cubiertos los rostros con
23     29|     varios en sus formas, todos tenían el mismo fondo de pesar.~ ~
24     31|     para su alma pura y piadosa tenían las cenizas de su madre,
25     31|      complexión ya destruida no tenían gran duración los accesos
26     32|       contra los templarios, no tenían reparo en envolver a don
27     38|         se clavaron ávidamente. Tenían una especie de cerco ligeramente
28   Conc|      que allí muerto a la vista tenían. En esto llegó el abad de