Cap.

 1      2|    miserias de los hombres. La fe y la confianza que en vos
 2      5|      de don Álvaro, que por su fe y su pureza era más digno
 3      6|      tenéis mi cariño y alguna fe ponéis en mis promesas,
 4      9|      modo os echáis a morir, a fe que vamos a hacer un pan
 5     10|       acciones. Comoquiera, la fe iluminaba todavía aquel
 6     10|      si a buscarla vinieren, a fe que no la encontrarán. Junto
 7     11|       ni en mis canas ni en la fe de vuestra dama? -Yo sólo
 8     11|         prenda y símbolo de mi fe pura y acendrada como el
 9     15|     sois mi prisionero? -Sí, a fe que lo había olvidado, porque
10     15|        El capellán extendió la fe de muerto correspondiente,
11     18|       aquel que la adoraba con fe tan profunda y cuyos huesos
12     18|        habéis hecho de vuestra fe? ¿No me respondéis y bajáis
13     19| sarcasmo -, no me maravilla, a fe; vos contabais con que la
14     19|  habéis visto la estatua de la fe volcada de su pedestal,
15     19|       bodas de mi hija? -No, a fe de caballero -respondió
16     20|       dejaba expuesta; pero la fe ciega que en ella tenía
17     20|      con que había empeñado su fe, pues a no ser por ella,
18     21|     frío. Sin embargo, como la fe y declaración que trajo
19     27|    menos con sus brazos, que a fe que no son de pluma. Y sobre
20     29|       hora postrimera y que la fe es la más santa de las virtudes. -
21     32|     vendía por un lugar más su fe de caballero y la sangre
22     32|      Decid, pues, bajo vuestra fe y palabra, si es verdadera
23     33|        el amor puro y lleno de fe que se había abrigado en
24     34|   aconsejan que se ponga tanta fe en la inestabilidad de los
25     34| adolecían, nunca faltaría a la fe jurada a sus hermanos. Claro
26     35|      ha vertido mi casa por la fe de Cristo y le pediré la
27     36|       han podido quebrantar la fe de vuestro noble corazón.
28     38|       vertido en defensa de la fe de los suyos, presentó al