Cap.

 1      1|          volvían de la feria de San Marcos de Cacabelos tres,
 2      1|       capaces de asparte como a San Andrés.~ ~ -No hay cuidado -
 3      3|      mía nacieron en el seno de San Bernardo, y de la santidad
 4      3|   nuestros brazos, y al dejar a San Juan de Acre, exhalamos
 5      4|   entusiasmo y celo ardiente de San Bernardo, les habían granjeado
 6      4|        con los hospitalarios de San Juan, llegaron a manchar
 7      4| lastimosa. Por fin, perdieron a San Juan de Acre, y apagado
 8      4|    sentido acento -, un hijo de San Bernardo, el que habla en
 9      6|        el convento de monjas de San Bernardo, hermano en su
10      8|     cuando el trono glorioso de San Fernando se deslustró en
11     10|      odios de los caballeros de San Juan y de los príncipes
12     10|    había asistido a la ruina de San Juan de Acre o Tolemaida,
13     22|      enemigos los caballeros de San Juan. Pensad que mi resolución
14     24|       al nacer bajo el manto de San Bernardo, su caridad se
15     26|      que linda con el pueblo de San Juan de Paluezas, y llegaba
16     29|      Rodas y tomar el hábito de San Juan de Jerusalén. El recelo
17     31|       ojos desde las alturas de San Juan de Paluezas. A medida
18     35|   blanco y negro de la orden de San Bernardo. Don Alonso no
19     38|       monasterio benedictino de San Pedro de Montes, y a la
20   Conc|       archivo del monasterio de San Pedro de Montes un hallazgo
21   Conc|       arenas". El monasterio de San Pedro de Montes es antiquísimo,
22   Conc|     pues se remonta su origen a San Fructuoso y San Valerio,
23   Conc|        origen a San Fructuoso y San Valerio, santos ambos de
24   Conc|        sarracénica, pertenece a San Genadio, obispo de Astorga,
25   Conc|   hábito del glorioso patriarca San Benito a los dos días, con