Cap.

 1      4|         para recibir las primeras miradas del padre del día. ¡Delicioso
 2      5|         dirigiéndola escrutadoras miradas -. ¿Amáis al señor de Bembibre? -
 3      5|           valor para resistir sus miradas? -En eso verá que soy su
 4      7|     parecían lanzar centelleantes miradas sobre el atrevido que traía
 5      8|        incierto y vagaroso de sus miradas en que no asomaba ningún
 6     11|       despedida, tendía dolorosas miradas a todos aquellos sitios,
 7     11|          bajo con sus fulminantes miradas. Ambas mujeres se sintieron
 8     11|     escuchadme no me lancéis esas miradas. -¿Queréis confiaros a mí
 9     13|         ya a su madre, aunque sus miradas se clavaban incesantemente
10     14|           Don Álvaro extendió sus miradas alrededor, y encontrando
11     17|       cesaba de dirigir a su hija miradas muy significativas y penetrantes
12     18|           paso sin reparar en las miradas de aquellos sencillos campesinos.
13     23|          cuando se encuentran sus miradas, echan a llorar como dos
14     24|         igual tranquilidad en las miradas, igual serenidad y compostura
15     24|           ver su extenuación, sus miradas a un tiempo lánguidas y
16     26|       observado el denuedo de sus miradas y semblantes, conoció la
17     28|   desaparecía bajo su velo de las miradas de los suyos. El torreón,
18     31| profundamente conmovida y echando miradas tan vagarosas a aquellos
19     31|        salían al encuentro de sus miradas. Pasado el río hay una cuesta
20     32|    delante de la severidad de sus miradas. El comendador Saldaña hizo
21     33|           de las aguas distraídas miradas, llegóse su padre a ella
22     35|          que así se recata de mis miradas? El abad, poseído de los
23     37|           haber dirigido llorosas miradas al cielo, al lago, a las
24     38|       echando de cuando en cuando miradas vagarosas al féretro y a