Cap.

 1      2|         del respeto y amor de sus vasallos, que contemplaban en ella
 2      2|         dos casas cuyos estados y vasallos estuviesen al nivel: una
 3      3|         tan poderosa en tierras y vasallos aumentaría nuestras fuerzas
 4      4|          ni regía mayor número de vasallos que aquel famoso monasterio.
 5      6|        patio donde casi todos los vasallos de su padre la aguardaban;
 6      6|   extendiendo las manos hacia sus vasallos y sin hablar palabra, porque
 7      8|      copiosamente sus haciendas y vasallos, con la ayuda del infante
 8     12|          enlazarse, sus numerosos vasallos montañeses de las fuentes
 9     15| desocuparlo, y de todos modos los vasallos de la casa de Yáñez no tardarían
10     15|            verdadero padre de sus vasallos; y por la de tantos otros
11     18| acompañada de todos sus criados y vasallos del pueblo de Arganza, había
12     19|         os valdrá. ¡Ah, valerosos vasallos! -continuó, volviéndose
13     22|           guardar sus castillos y vasallos sino por vía de legítima
14     25|         del rey, y en el país los vasallos de don Álvaro, que por su
15     27|        delante de sus respectivos vasallos debían dar el ejemplo de
16     27|      viendo bajo sus banderas los vasallos de Arganza, que era uno
17     27|       obligación es servirme como vasallos míos que sois. El montañés
18     28|    espantoso se levantó entre sus vasallos helados de terror a vista
19     28|      franjas de oro. Sus deudos y vasallos le acompañaban con las picas
20     29|    preparativos que como señor de vasallos había tenido que hacer,
21     38|          lo mismo en medio de sus vasallos que lejos de ellos, era
22     38|         demás entre sus criados y vasallos más pobres. Hecho esto,
23   Conc|         bendiciones por todos sus vasallos a quienes miraba como a