Cap.

 1      9|        sazón, todo parecía en él muerto y silencioso; pero los pasos
 2     10|         Dichosas orillas del mar Muerto! -prorrumpió, por fin, con
 3     15|       capellán extendió la fe de muerto correspondiente, y aquella
 4     20| narcótico con el cual pasase por muerto, y que entonces lo aprisionasen
 5     20|          porque sabed que estáis muerto para todo el mundo, menos
 6     21|      Cierto es que me tendrá por muerto, porque a estas fechas ya
 7     23|         más que de veras hubiera muerto, que no guardarle para la
 8     23|          después de lloraros por muerto os encuentro ahora en ese
 9     23|    porque, en realidad, yo estoy muerto para el mundo, y quiero
10     26|       que al punto vino al suelo muerto, con el cuello y el cráneo
11     28|          atavíos de un montañés, muerto en el castillo de resultas
12     28|       Cosme Andrade que no había muerto, como presumirán nuestros
13     29|          vuestro noble esposo ha muerto ayer. -¿Ha muerto? -contestó
14     29|      esposo ha muerto ayer. -¿Ha muerto? -contestó doña Beatriz
15     29|  asombrada -. Pero, decidme, ¿ha muerto en los brazos de la religión
16     29|   reconciliado con el cielo? -Ha muerto como había vivido -exclamó
17     36|          me dijeron que él había muerto, pasadas las primeras congojas
18     37|       amante cuando lo imaginaba muerto; sólo por presentarse algún
19   Conc|     delanteros ya le encontraron muerto. Grandes llantos se hicieron
20   Conc|     gente agolpada alrededor del muerto, se acercaron también, llevados
21   Conc|         y él en el semblante del muerto, se pintó en sus rostros
22   Conc|          a descubrir la cara del muerto, y ella se apoderó con ansia
23   Conc|     Bembibre que era el que allí muerto a la vista tenían. En esto