Cap.

 1      2|          que hasta allí no había dejado de resplandecer en las menores
 2      3|         Aquel mismo día le había dejado en Cacabelos, con ánimo
 3      3|   pobreza en cuyos brazos habían dejado a la orden Hugo de Paganis
 4      3|     viaje de mañana. Acaso te he dejado ver demasiado las flaquezas
 5      4| descargada de pesares no hubiese dejado de hallar goces secretos
 6      7|       circunstancias no hubiesen dejado de hacer impresión profunda
 7     10|       esos gusanos viles que han dejado el sepulcro de Cristo en
 8     12|     quien suponemos que no habrá dejado de interesarse un poco su
 9     12|        que tan funesto nombre ha dejado en nuestra historia para
10     15|      llegando a decir como había dejado sólo a don Álvaro, el judío,
11     17|        un justo dolor. Adrede he dejado pasar tantos días, durante
12     18|    rendida y sin ánimo, se había dejado caer al pie del nogal que
13     19|          escenas que no hubieran dejado de ocurrir con su suegro
14     20|        por otra parte, los había dejado dueños de su castillo, no
15     22|       vacío insondable que había dejado en su corazón el naufragio
16     24|      caballerosidad que no había dejado de guardar con él el maestre
17     26|        puerta con sus cuerpos, y dejado acorralados un gran número
18     28|          cuidado. No bien habían dejado de oírse estas palabras
19     29| enfermedad y las pasiones habían dejado en aquel cuerpo y semblante,
20     29|         heces que el dolor había dejado en su fondo y curar aquel
21     30|    contra nosotros y Dios nos ha dejado en medio del mar que atravesábamos
22     30|         que sucesivamente habían dejado los demás castillos del
23     34|       pues ni un sólo día habían dejado de rezar por su feliz y