Cap.

 1      7|       desventuras, y entonces su imaginación se exaltaba hasta mirar
 2     11|          representado solas a su imaginación, claro es que hubiesen dado
 3     11|        dejaba de aparecerse a su imaginación la noble y dolorida figura
 4     13|    monasterio podía traerle a la imaginación más fácilmente las desagradables
 5     18|  exaltándose al propio tiempo su imaginación, o cayendo en una especie
 6     18| enteramente; los arrebatos de la imaginación, las ilusiones del deseo,
 7     20|     propia para desconcertar una imaginación más entera y reposada que
 8     22| silenciosos. Don Álvaro, en cuya imaginación ardiente y exaltada hacía
 9     23|       Álvaro se confundían en su imaginación con los recuerdos de sus
10     28|  presentó como un relámpago a su imaginación la idea de que la arremetida
11     29|         su voz habían llenado su imaginación de zozobra y de recelo;
12     30|          al desampararlas con la imaginación llena de funestos presentimientos
13     31|         negra tinta derramaba su imaginación aun sobre los objetos más
14     31|        se atrevía a fingir en su imaginación. Después de descansar un
15     31|         su memoria formaba en su imaginación la tela inacabable de una
16     33|          el amor derramaba en su imaginación el tesoro de sus esperanzas
17     34|     proceso del Temple, no había imaginación que le viese el término,
18     35|          enferma, pintando en su imaginación las risueñas escenas de
19     35|      circunstancia distaba de la imaginación de doña Beatriz como el
20     35|   borrándolo en lo posible de su imaginación. Así que, no sólo debe venir
21     35|        tal manera se perturbó su imaginación que se sentó trémulo y acongojado
22     37|          naturalmente engolfó su imaginación en aquel mar sin límites,