Cap.

 1      2|             para ponerlo a vuestros pies. ¡Oh Beatriz, Beatriz!, ¡
 2      3|              el Sil que corre a sus pies para juntarse con el Boeza
 3     11|          continuó arrojándose a sus pies - que vuestros labios han
 4     14|        todos sus movimientos. A los pies estaba también en pie un
 5     18|             vuelto a poner aquí los pies desde entonces. En verdad,
 6     20|            esposas que le sujetaban pies y manos, y al punto cayó
 7     21|         servido de escalón para los pies de un malvado, y por vos
 8     23|          desalado a arrojarse a los pies de su señor, abrazándole
 9     26|          que, cubiertos de acero de pies a cabeza y con el manto
10     28|           especie de rombo de pocos pies cuadrados, y comunica con
11     28|            abismo que debajo de sus pies se extendía. El desgraciado
12     30|            veía correr el Sil a sus pies con sordo murmullo, vino
13     31|            cuyos cristales moja sus pies. Forma el lago junto a ella
14     32|             cinto cuando cayó a mis pies sin conocimiento; con él
15     34|          sus votos, volviendo a sus pies más rendido y enamorado
16     35|          que se había sentado a los pies de la cama con la cabeza
17     35|            mano y me arrojaré a los pies de Clemente V. Yo le hablaré
18     37|             cielo; mirad a vuestros pies y allí lo encontraréis también
19     38|            proceso, se arrojó a los pies de Clemente, le habló de
20     38| pensamientos mientras sentado a los pies de la cama de su hija aguardaba,
21   Conc|             tendidas de negro a los pies de la ermita, amortajado