Cap.

 1      4|         suma, padre mío, vos, que veis la hidalguía de mis intenciones, ¿
 2      7|           de la reconvención: -Ya veis que vuestro corazón no os
 3      8|        vuestro corazón, pero bien veis que, habiendo llevado tan
 4     11| procurando serenarse le dijo: -Ya veis, padre abad, que todos los
 5     11|           en mi ternura? ¿Cómo no veis que si mi resolución parece
 6     11|         partes le cercaban. -Bien veis, venerable señor -dijo al
 7     15|      caballeros como vos, pero ya veis que asistir a los templarios
 8     17|       Señor en Villabuena:~ ~ -Ya veis, madre mía -le dijo -, que
 9     18|            que no parece sino que veis la mala visión de siempre?
10     18|         Señora, el comendador que veis ahí presente me ha asegurado
11     18|          la bendición nupcial. Ya veis, pues, que ninguna violencia
12     18|       Santo!, ¿estáis en vos? ¿No veis que estáis solos y ellos
13     18|        enérgica y decidida. -Bien veis que ya es tarde -dijo entonces
14     21|       Beatriz. El comendador, que veis presente, ha descorrido
15     26|         alguno de los vuestros os veis perseguidos, idos a Cabrera,
16     37|       caballero: -Don Álvaro, ¿no veis cuán vanas son las alegrías
17     37|          partía el corazón -. ¿Lo veis?, ¿lo veis como mi corazón
18     37|         corazón -. ¿Lo veis?, ¿lo veis como mi corazón no me engañaba
19     37|         está!, ¡ahí está!, ¿no la veis cómo se llega paso a paso? ¡
20     38|           voluntad suprema. Ya lo veis, señor, qué pasajera es