Cap.

 1     10|       adornan sus orillas y a los montes de suavísimo declive que
 2     10|       oculto por un recodo de los montes. -¡Dichosas orillas del
 3     12|    soberbio caballo en uno de los montes cercanos a Villabuena y
 4     13|         que se crían por aquellos montes, estaba constantemente a
 5     18|          por entre las arboledas, montes y viñedos del Bierzo. Comenzaban
 6     21|      lejos de Tordehumos y en los montes de su país había un hombre
 7     25|   Mientras tanto las cejas de los montes vecinos se fueron coronando
 8     25|        los osos y jabalíes de sus montes, y sin duda despertarán
 9     26|         la agria pendiente de los montes y desesperado de vencer
10     31|    descubría, y terminado por dos montes, de los cuales el que mira
11     31|         cuando las laderas de los montes que descienden al lago y
12     31|        sol se ponía detrás de los montes dejando un vivo rastro de
13     33|          y benignos traían de los montes los aromas de las jaras
14     35| descolorida, los contornos de los montes y peñascos se aparecían
15     38|   cabritillo que trisca por estos montes! Un año entero has pasado
16     38|       benedictino de San Pedro de Montes, y a la mañana siguiente
17   Conc|        monasterio de San Pedro de Montes un hallazgo de grandísimo
18   Conc|        monasterio de San Pedro de Montes es antiquísimo, pues se
19   Conc|        por todas partes le cercan montes altísimos, riscos inaccesibles
20   Conc|         su esposa, había venido a Montes donde había confiado todas