Cap.

 1      2|         y vigoroso, de un moreno claro, ojos y cabello castaños,
 2      6|         de Arganza, porque harto claro veía ahora cuán hondas raíces
 3      9|   importuno, pero conoció con su claro discernimiento que el empeñarse
 4     11|          solas a su imaginación, claro es que hubiesen dado en
 5     12|          aquella comarcas. Harto claro veían esto el infante y
 6     15|        por soldados de la orden, claro estaba que si moría su dueño
 7     18|          dos viajeros de día muy claro y de consiguiente, carecía
 8     18|          cómo pasa las noches en claro mi señora y las congojas
 9     20|      porque en cuanto fue de día claro, entró don Juan Núñez en
10     22|         seno. Don Álvaro, con su claro ingenio, comprendió al punto
11     25|         antes de juzgarlos, pues claro estaba que la había arrancado
12     25|      armados, cayeron pasados en claro y otros malheridos, pero
13     26|          puerta. Entonces se vio claro lo que tales gritos arrancaba
14     28|    interior habían de encontrar, claro estaba que la ventaja del
15     28|    altanería y soberbia. Sobrado claro veía que su vida había estado
16     29| inspiraba a cuantos la conocían. Claro está que hablamos de doña
17     31|       crecido, pero cristalino y claro, corría majestuosamente
18     34|        fe jurada a sus hermanos. Claro estaba, por consiguiente,
19     37|     guiaba a aquel cielo que tan claro se veía allá en su término.
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