Cap.

 1      4|        hombres de armas.~ ~ Como quiera, el tiempo que todo lo mina,
 2      4|       todos los caminos de paz. ¡Quiera Dios que no os lo echéis
 3      6|      sobre todo, sea lo que Dios quiera, que yo a buen hacer lo
 4      9|         enséñenos el camino y no quiera dar a su amo las sobras
 5     10|      hacer -contestó Saldaña -. ¡Quiera Dios coronar nuestros nobles
 6     11|         no hay hueso que bien me quiera, y a mí me parece que tengo
 7     18|        cuyos recuerdos por donde quiera la acompañaban, como la
 8     18|          para esta noble orden! ¡Quiera Dios que no sea el maestre! -
 9     22|        el Salvador dijo: "el que quiera ser de mi grey tome su cruz
10     23|         que lo dijese. -Sea como quiera -contestó ella -; lo que
11     23|      allá voy, y sea lo que Dios quiera! Adiós, Martina. Y dándola
12     24|        por ambas partes, a donde quiera, alcanzaban los aprestos
13     24|     anciano -, sino por la mía. ¡Quiera el cielo perdonarme! Siempre
14     24|          que su camino por donde quiera estaba sembrado de abrojos
15     26|     caballeros de toda ley! ¡Así quiera Dios darme ocasión de hacer
16     30|          el destierro, pero como quiera que sea el haber arrancado
17     31| recuerdos lo poblaban y de donde quiera salían al encuentro de sus
18     38|        cumple vuestra profecía! ¡Quiera el cielo perdonarme! -¿Eso