Cap.

 1      8|         sombras y espantos. Así se pasó algún tiempo sin que don
 2     15|            papa Clemente, al punto pasó a Tordehumos allí, subiendo
 3     16|      ahogaba. En este fatal estado pasó la noche entera y la mañana
 4     18|         mío? Doña Beatriz entonces pasó de su resignada calma a
 5     26|        dispersos. Aquella noche se pasó entre las voces de los que
 6     30|           la muerte de su capitán, pasó Saldaña al aposento donde
 7     32|          principio, y luego lo que pasó con el comendador hasta
 8     34|          Después de esta peripecia pasó doña Beatriz del extremo
 9     35|             En semejante estado se pasó un largo rato, hasta que
10     35| despertarla. En estas alternativas pasó la tarde, hasta que, entrando
11     36|            criatura!... Don Álvaro pasó adelante y, volviendo la
12     36|            lira!~ ~ ~ ~ Don Álvaro pasó unas cuántas hojas, y se
13     37|    postración de doña Beatriz, que pasó en la cama una porción de
14     37|           que para ella propia, se pasó la noche entera. Hacia el
15     38|   sepultura y en oración ferviente pasó más de una hora; besó, por
16     38|           aquella casa ilustre que pasó a unos parientes muy lejanos
17   Conc|         como siempre la llamaba, y pasó a Siria, donde acabó sus
18   Conc|            confesado el peregrino, pasó por encima de todos los