Cap.

 1      2|          segura para aliviar sus males y una constante dispensadora
 2     16|        incertidumbre. Tenían los males de doña Blanca intervalos
 3     18|      consuelo en medio de tantos males, y era la esperanza de bajar
 4     18|         que los sinsabores y los males habían hecho en aquel semblante
 5     20|       haceros más llevaderos los males de esta prisión, que sólo
 6     22|         preciosa, y el sinfín de males con que estaba amagando
 7     24|         recobrada de los pasados males y llena de contento con
 8     24|         hojas. Eran, además, sus males de los que sólo la mano
 9     24|         de atajar el torrente de males que de nuevo amargaban a
10     29|  sorpresa. El conde había traído males sin cuento sobre aquella
11     29|          el causador de vuestros males, aunque inocente, me toca
12     31|        las postreras. Aunque sus males y tristezas eran como una
13     32|         sus obispos la fuente de males que tal vez hubiera podido
14     33|         que pronto sanaré de los males del alma y del cuerpo. La
15     35|          huellas de los antiguos males, y las del nuevo comenzaban
16     35|      podía servir para sanar los males de su cuerpo, pero era un
17     36| inapreciable, medicina de tantos males, sin embargo le permitían