Cap.

 1      2|         funesta, que tan amargas horas preparaba para todos! Este
 2      9|        alboroto -, ¿pero a estas horas te quieres ir, cuando se
 3      9|        sol? -Sí, señora, a estas horas -replicó ella siempre con
 4      9|          diablos te trae a estas horas por esta tierra? -Vamos,
 5     10|      tiempo atrás acibaraban sus horas, hubiera admirado sin duda
 6     14|       Don Álvaro tardó bastantes horas en volver a su conocimiento
 7     18|       que duraba a menudo muchas horas. Aquel cuerpo noble y bien
 8     24|   interés. Al cabo de dos o tres horas de caminar, llegaron por
 9     29|      Señor os traiga a entrambos horas más felices. Doña Beatriz,
10     33|        sin mí, y aun las escasas horas de sueño que disfruto me
11     35|        disipadas hacía tan pocas horas habían comenzado a derramar
12     35|      prueba, aparta ya de ti las horas malas? ¿No temblabas por
13     36|       sosegada, sacó el libro de horas, y yéndose a sentar en el
14     36|           escaso pago son tantas horas de soledad y de lágrimas! ¡
15     37| sobrellevar. Así pues, se pasaba horas enteras cruzando las aguas
16     38|         de ellos dentro de pocas horas. Las reflexiones que enseguida
17   Conc|     Carucedo. Allí se pasaba las horas como arrobado, y hasta que
Best viewed with any browser at 800x600 or 768x1024 on Tablet PC
IntraText® (VA2) - Some rights reserved by EuloTech SRL - 1996-2010. Content in this page is licensed under a Creative Commons License