Cap.

 1      5|         en un convento; pero no puedo ser esposa del conde de
 2      6|         os diré lo que ahora no puedo deciros. Dios os guarde,
 3      7|    desobedeceré a mi padre. -No puedo jurároslo, señora -respondió
 4      8|         que sólo con otra igual puedo pagaros. Vos no me conocéis,
 5      8|      dijo con voz ronca: -Yo no puedo obedeceros en eso, y diré "
 6      9|         un clavo, cualquier día puedo dejar otra en su lugar y
 7     11|         alzar la vista -, yo no puedo huir con vos sin deshonrar
 8     11|        porque cuando pienso que puedo perderos, mi razón se extravía
 9     19|          ni sois ya mi igual ni puedo medirme con vos. -Esta bien -
10     19|         los de mi alma y no las puedo apartar de ellos. -¡Oh!,
11     29|     escuchadme y veréis que aún puedo tal vez enmendar mi obra.
12     30| arrancan con ella, cuando ya no puedo emplearla en servicio de
13     33|    embargo -contestó ella -, ya puedo andar un buen trecho sin
14     36|     Ahora estoy más sosegada, y puedo hablaros. Gracias a Dios,
15     38|       los mayores consuelos que puedo recibir este instante. Entonces