Cap.

 1      2| descontentos. De este número fue el primero don Alonso, que no pudo
 2      2|            como era natural, fue el primero que habló. -¿No me diréis,
 3      3|            enteramente distinto del primero -, acércate y camina a mi
 4     14|           heridas había perdido. Lo primero que vieron sus ojos al abrirse
 5     19|           aguardaron la llegada. El primero que asomó su ancha carota
 6     20|         rabino, su físico. Traía el primero en la mano una lámpara y
 7     23|           viva mi don Álvaro que es primero. Martina -le dijo después
 8     23|            seriedad -; ya sabes que primero es la obligación que la
 9     25|        conquista. La idea de ser el primero en pelear por el honor de
10     25|            y cólera, a no romper el primero las hostilidades, conforme
11     28|            ser de los primeros? -El primero quiere ser -contestó Andrade,
12     28|           comendador la cabeza y lo primero que hirió sus ojos fue el
13     30|         cualquiera; pero tú eres el primero que tales muestras de afición
14     33|            siempre el honor como el primero de los bienes, y bien puede
15     37|         Beatriz, y en particular el primero no acertaba a poner freno