Cap.

 1      5|         que le quedaba rayaba en debilidad, aunque exteriormente la
 2      6|          de don Álvaro, tenía la debilidad de quererla. Viendo, pues,
 3     12|      poner coto a este germen de debilidad que atacaba el corazón del
 4     15|          la Iglesia tan culpable debilidad, escuchó la relación de
 5     16|         y como avergonzado de su debilidad recobró su superioridad
 6     20|          trajesen en medio de la debilidad producida por un tan largo
 7     20|        en quienes, a pesar de su debilidad, reconoció al instante a
 8     20|       día anterior a causa de su debilidad, no dejó de recibir sorpresa
 9     24|         estremece, a pesar de su debilidad, al oír la trompeta guerrera.
10     29| agitación de espíritu unida a la debilidad de su cuerpo, al paso que
11     29|  honrarle hasta la puerta por la debilidad que sentía después de tan
12     35|          lecho, como postrada de debilidad, dirigió una larga y melancólica
13     36|     había cedido el puesto a una debilidad y decaimiento fatales. Sólo
14     38|          y el triste giro que la debilidad y cobardía del Papa había