Cap.

 1      4|    sus hazañas y virtudes, su caída fue grande y lastimosa.
 2     14|     por el aturdimiento de su caída y por la mucha sangre que
 3     19|      y mi humillación vuestra caída. -No, hija mía -repuso don
 4     22|   negro como el infierno y tu caída como la de los ángeles rebeldes;
 5     28|      los suyos acompañaban su caída con un grito de horror.
 6     28|     poseídos de terror con la caída de su jefe, enormes piedras
 7     28|       se detuvo un poco en su caída, porque su ropilla se prendió
 8     28|      nuestros lectores, de su caída, porque unas matas protectoras
 9     31| templarios, aun después de su caída, no dejaría de haber dificultades
10     37|    cabo de ellos, cerca de la caída de la tarde, se reanimó
11     38|     un fulgor divino sobre la caída de aquel astro, en cuyos