Cap.

 1      1|      a monte bramando como el mar; de repente revienta una
 2     10|          Dichosas orillas del mar Muerto! -prorrumpió, por
 3     19|  encontradas pasiones como el mar al soplo de contrarios vientos,
 4     22| Álvaro acababa de trocarle en mar inmenso, y la desventurada,
 5     23|     no se arriesga no pasa la mar". Así pues, no es maravilla
 6     29|    ráfagas tempestuosas en el mar, sin cesar azotaban aquel
 7     30|    nos ha dejado en medio del mar que atravesábamos a pie
 8     31|      blandamente la brisa, un mar confuso de rocas, árboles,
 9     37|       su imaginación en aquel mar sin límites, donde bogaba
10   Conc|       vulgar "donde se fue el mar que se vayan las arenas".
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