Cap.

 1      8| extraña inclinación hacia un hidalgo de esta tierra; pero nunca
 2      8|    llamáis con tanto énfasis hidalgo -respondió doña Beatriz
 3     25|  puntería. Acaudillábalos un hidalgo de aquel país, llamado Cosme
 4     27| castigo de pecheros y yo soy hidalgo como vos, y tengo una ejecutoria
 5     28|      que viene de un corazón hidalgo y de una conciencia satisfecha.
 6     32|    que nos reprocháis, señor hidalgo -continuó volviéndose a
 7     32|   ira. -No os enojéis, señor hidalgo, que así venís a hacer leña
 8     32|      no soy más que un pobre hidalgo montañés a quien se le alcanza
 9     34|      destruir, y así el buen hidalgo hubo de hacer sus preparativos
10     38| Leyendo estoy en ese corazón hidalgo como en un libro abierto. ¿