Cap.

1     11|         entonces, penetrado de misericordia, se acercó rápidamente a
2     13|         Oh, Señor! ¡Oh, señor, misericordia!~ ~ La abadesa, que a pesar
3     29|     cómo desconfiáis así de la misericordia de Dios? Sus crímenes eran
4     29|    contestó el monje, y por la misericordia de Dios así confío que sucederá. -¡
5     29|         Nunca es tarde para la misericordia divina -contestó el anciano
6     29| voluntad y mírenos con ojos de misericordia, porque en él sólo espero. -¿
7     35|       hace mucho tiempo que la misericordia divina os sacó de las tinieblas
8     37|      fianza de tu felicidad. -¡Misericordia divina! -prorrumpió ella
9     37|        a los circunstantes -. ¡Misericordia divina! -repitió torciéndose