Cap.

 1      1|             contornos turgentes las elegantes líneas del sexo, en el acólito
 2      1|        conventual, más lujosas, más elegantes que las antiguas, si no
 3      3|        tocador un intercolumnio con elegantes colgaduras de satín granate.
 4      6|         trasnochar en Madrid, otros elegantes y calaveras de Vetusta que
 5      6|           Mesía, flor y nata de los elegantes de Vetusta. Orgaz le llamaba
 6      7|         ideal, el amor de las almas elegantes y escogidas no se para en
 7      7|           héroes de aquellos libros elegantes. Sin embargo, algo encontraba
 8      9|            parecían más guapas, más elegantes, más seductoras que otros
 9     12|      efectivamente. Cuantos jóvenes elegantes, de buena posición, nobles
10     13| provinciales salvaban la comarca, y elegantes de la legua imitaban las
11     13|            del Magistral, mimosas y elegantes en los gestos que las acompañaban.
12     13|          aquel modelo de caballeros elegantes no insistía en mantener
13     13|           Mesía, los dos esbeltos y elegantes, cada cual según su género;
14     13|        mismo tiempo tan delicadas y elegantes! Allá, en su pueblo, Edelmira
15     13|      gravedad con no menos dignas y elegantes líneas que el manteo ampuloso,
16     14|            y venidas de las jóvenes elegantes; y los que eran observadores
17     16|         tiempo de feria. Los pollos elegantes tampoco frecuentan la sala,
18     16|             era la de Mesía y otros elegantes del Casino: algunos banqueros,
19     18|           cola opulenta y de curvas elegantes; se acercó al sofá paso
20     20|             que iban y venían, unas elegantes, lujosas, otras enlutadas
21     21|              que no tapaba los pies elegantes y algo largos, y dejaba
22     22|         besándole los pies menudos, elegantes y siempre muy bien calzados.~ ~