Cap.

 1      1| irreprochables. La urbanidad era un dogma para el Magistral lo mismo
 2      4|              Nada le dijo contra el dogma, pero jamás la dulzura de
 3      7|        medro personal». Este era su dogma hacía más de seis años.
 4      8|           mal lo capitoné, según su dogma, pero la Marquesa se reía
 5      9|             es toda razón, desde el dogma más alto hasta el pormenor
 6     11|         católico, la definición del dogma de la infalibilidad pontificia,
 7     11|          Terrible, pero valentísimo dogma: un desafío formidable de
 8     11|                  Había defendido el dogma heroico en Roma en el púlpito,
 9     11|            la malicia». Éste era un dogma en aquella casa. Doña Paula
10     12|             Señora - La Virgen y el dogma.~ ~ Nunca se le había aparecido
11     12|         sonaba a hueco».~ ~ «-¿Y el dogma? ¿Y la controversia? El
12     12|        profanaban las iglesias. Del dogma le gustaba la teología pura,
13     12|          pura, la abstracción, y al dogma prefería la moral. La vocación
14     12|      matemáticamente» la verdad del dogma. «Prescindamos por un momento
15     12|           lo hacía en menoscabo del dogma, siempre estaba dispuesto
16     16|         Visita era el papa de aquel dogma antirromántico. Mirar a
17     18|             ofender la santidad del dogma, pero sabía hacer de tripas
18     19|            el Infierno ya no era un dogma englobado en otros; ella
19     20|        defendían la solidaridad del dogma y el sacerdote, y entonces
20     20|             otros porque atacaba el dogma. Bien decía él que estaba
21     22|        caldo por la confesión de un dogma; una peseta por una apostasía... ¡
22     25|        embargo, todo lo que dice el dogma? Claro que sí. Pero rezaba
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