Cap.

 1      1|      gruesos muros, sumidas en las sombras, se veía apenas grupos de
 2      1|          Rosario, torcía entre las sombras por la de Quintana y de
 3      1| desvencijada, sucia y negra en las sombras de algún callejón inmundo.
 4      2|          vez, escondiéndose en las sombras de una platea de proscenio
 5      2|            conocer, a pesar de las sombras de la capilla, que una de
 6      4|            enredadera perenne. Las sombras de las hojuelas de la bóveda
 7      5|            arrojaba a la pared las sombras contrahechas de aquellas
 8      5|         entrañas. Su sombra en las sombras de la pared, parecía ahora
 9     10|          Parque no vio más que las sombras de los eucaliptus, acacias
10     14|         frente a los del salón las sombras de la pared eran más pequeñas,
11     16|            combinación de líneas y sombras, algo también las huellas
12     17|           tiempo han recargado las sombras, han llenado sus cuadros
13     20|           las paredes, a todas las sombras de los faroles les contaba,
14     21|          ojos, rodeados de ligeras sombras, eran más profundos, más
15     22|         las estrellas; y entre las sombras de la ciudad aparecían puntos
16     26|     contorsiones fantásticas, como sombras lucientes, en confusión
17     28|       ex-regente, a quien aquellas sombras del salón y aquella discreta
18     28|              Tampoco vio entre las sombras ningún cuerpo humano. Todo
19     29|          muy lejano, cual primeras sombras de una noche eterna, vacía,
20     30|           Obedecían y servían como sombras. Le hacía más compañía el
21     30|          catedral estaba sola. Las sombras de los pilares y de las