Cap.

 1      1|          noche, a la hora de las criadas, como dicen en Vetusta,
 2      3|       señora aya tenía criados y criadas y un señor que venía de
 3      7|         ociosas, de buen diente, criadas en el ocio y el regalo,
 4      8|       veces; a consentir que las criadas de la casa intervinieran
 5      8|    displicente que usaba con las criadas y con los caseros que traían
 6      9|        vivía en una ciudad donde criadas, costureras y señoritas,
 7     12|         líneas; yo no hablo para criadas y soldados; hablo para un
 8     12|       trasaltar) con multitud de criadas y beatas pobres, tenía poca
 9     12|         en cuenta si eran amas o criadas. «Era demasiado hacer el
10     12|        carlistas, beatas pobres, criadas tocadas de misticismo más
11     13|          Pepa y Rosa y las demás criadas sonreían discretamente,
12     16|        los trajes de cristianar; criadas, nodrizas, soldados y enjambres
13     19| equivocaciones y torpezas de las criadas, las horas de hastío y silencio
14     19|           no dejarla en poder de criadas, ni de Visitación, que la
15     19|          nunca lo realizaban las criadas de Vetusta. De esto hablaba
16     19|      tiempo, del mal servicio de criadas, de la carestía de los comestibles. ¡
17     22|       los pies mal calzados; las criadas que con la cesta al brazo
18     26|         pobres y clase de tropa, criadas de servicio, etc., etc.,
19     29|         sino que perseguía a las criadas de noche por los pasillos,
20     29|  cuidados domésticos de despedir criadas; y menos encontrarle tan
21     30|          Gran Constantino, y las criadas de la Marquesa y toda la
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