Cap.

 1      3|  entonces la trataron como a un animal precoz. Sin enterarse bien
 2      4|      ser inferior, como un buen animal doméstico. No se paraba
 3      6|        Paula!~ ~ -¿Qué importa, animal? -respondió Trabuco, furioso -. ¡
 4     10|     necesario que el hocico del animal tocase en un punto determinado;
 5     12|        eso no!, él sí que es un animal, un salvaje...~ ~ -Sí, es
 6     13|         a la existencia muerta, animal, insoportable que Vetusta
 7     15| entiendo. -¡Lo que sospechabas, animal! -Sí, ya . -Pues eso. -¿
 8     15|     Estos ataques de la lujuria animal solían ser a las altas horas
 9     15|    llamaba de tú y muchas veces animal y pillastre. Él sonreía,
10     16|     cola larga y espesa. Era el animal de pura raza española, y
11     16|     estrépito de los cascos del animal sobre las piedras, sus graciosos
12     16|         no  si... ¡Demonio de animal, me ha metido la cola por
13     16|       una sangría suelta.~ ~ (-¡Animal! -pensó don Álvaro.)~ ~ -
14     19|       ha procurado distraerte! ¡Animal! ¡Qué sabrá él lo que es
15     19|         más humildes de la vida animal; don Víctor, que no se fiaba
16     20|         hacer ascos al abolengo animal... Don Pompeyo, aunque se
17     20|     quién lo diría!, se llamaba animal, bestia, bruto, como si
18     20|            que el hombre era un animal de costumbres; que cada
19     28|    hombre, castigue usted a ese animal -gritaba don Fermín al cochero -.
20     28|     coquetería, arisca, como un animal débil y montaraz herido,
21     29|      costumbre, el hombre es un animal de costumbres.~ ~ Suspiró
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