Cap.

 1      4|           ya no creía sino lo que tocaba, hecha excepción de la libertad
 2      5|      Santísimo y la Vela, que les tocaba una vez por semana. Asistían
 3      5|       ella, por mayor en edad, le tocaba seguir explicando el ten
 4      6|          aunque de lejos, algo le tocaba del esplendor que irradiaba
 5      8|         de las ferias, cuando les tocaba el turno de ir a Vetusta.
 6     10|          un punto determinado; si tocaba, inmediatamente caía sobre
 7     10|           pocas veces; pero si se tocaba a los cacharros de su museo,
 8     13|         decía el ex-regente), que tocaba allá dentro Visitación en
 9     16|         el palco de los Marqueses tocaba con el de Ronzal, pocas
10     16|        abajo adivinaba su pie, lo tocaba a veces un instante. «Ella
11     16|       confiese. Ya sabe que no me tocaba hoy sentarme, pero me ha
12     21|          de hacerse viejo, que le tocaba a él como a cada cual, era
13     23|         de música retozona; ahora tocaba como las gaitas del país,
14     24|          según veía, tarde ya, le tocaba romper la marcha; su bis
15     24|          parejas, mientras no les tocaba moverse, se sentaban en
16     24|        araña de cristal, que casi tocaba con la cabeza, era más elegante,
17     25|         doméstica, pero en lo que tocaba a él hubiera preferido que
18     27|           junto a la Puerta Vieja tocaba, con la lengüeta de hierro
19     27| rejuvenecido, junto al piano, que tocaba como sabía don Álvaro, con
20     28|           podían y se bailaba, se tocaba el piano, se cantaba y se