Cap.

 1      2|       sempiternas, chistes, risas, secretos al oído. Algunos, taciturnos,
 2      2|           sencilla. Todo se volvía secretos. Decía él que abría el corazón
 3      2|            la capilla oscura cuyos secretos envidiaba don Custodio;
 4      2|          intrigas y hasta postigos secretos y escaleras subterráneas.~ ~
 5      8|            todo rumor que delatase secretos amorosos.~ ~ El Marqués
 6      9|           También había cuchicheos secretos, al oído, entre aquel estrépito;
 7     11|       después de comer. Uno de sus secretos era que «el Magistral merecía
 8     11|   maltrataba a su mujer, con otros secretos más íntimos. Muchas veces,
 9     11|         acostumbrada a que hubiera secretos para ella. «Además, ¿qué
10     11|            él, no le confiaría los secretos de su corazón. Por un acto
11     13|            tampoco para ella tenía secretos.~ ~ -¿Pero, y Ana? ¿Te ha
12     13|      ligero que la mostraba, a los secretos confesados la tarde anterior.
13     13|           confesiones vergonzosas, secretos de mujer que Mesía saboreaba
14     16| espectáculo era fuente de placeres secretos intensos, vivos como pasión
15     18|           la llave al cajón de los secretos sentimentales.~ ~ El Marqués
16     20|      procurándolo, Mesía imaginaba secretos hilos invisibles que iban
17     20|       cualquiera y en que se dicen secretos que en vano después se querría
18     23|          iba a llamarla: «no había secretos, ¿por qué se retiraba aquella
19     23|            de usted a contarle mis secretos más hondos... No sabía qué
20     27|           confesor. Yo le he dicho secretos de mi vida interior como